Los bordes de la carretera nacional N-541 -que conecta Pontevedra y Ourense- amanecieron ayer cuajados de lazos amarillos a lo largo de los casi 500 metros de la travesía de Viascón, en el término municipal de Cerdedo-Cotobade. Según el presidente municipal, Jorge Cubela, aunque puede que el color no haya sido "lo más acertado" -dado que hoy tiende a relacionarse con la movilización de los independentistas en Cataluña- lo cierto es que los vecinos de Viascón han querido expresar de este modo su más rotundo rechazo al proyecto impulsado por el Ministerio de Fomento que conllevaría la construcción de un carril de incorporación a las carretera que, en la práctica, suprimiría la línea discontinua existente ahora en dos tramos con las consiguientes molestias vecinales. La elección del color permite llamar aún más la atención.

Teñir de amarillo los bordes de la nacional N-541 es la primera acción de protesta que, según explicó Cubela, los vecinos llevaron cabo en la noche del sábado al domingo. "Se oponen a que hagan esa hora sin negociar con ellos y con nosotros", explicó Cubela, muy crítico con las "prisas" con las que desde el Gobierno central se está abordando este asunto.

"A mí me recibirán el día 31 de octubre" para hablar de este asunto y, en cambio, según le comentaron fuentes vecinales, representantes de la empresa les indicaron que el inicio de las obras está previsto para el próximo lunes día 22.

"No entendemos cómo entonces nos citan en el ministerio para el 31", prosiguió Jorge Cubela, que asegura que la acción vecinal de protesta busca dejar clara la oposición vecinal "a que hagan esa obra sin negociar ni con ellos -dijo en alusión a los lugareños- ni con nosotros", manifestó respecto del Concello.

Aunque al mediodía de ayer aun no había ninguna pancarta que aclarase los objetivos de la protesta, tras hablar con los vecinos, Cubela aseguró que -al igual que el Concello- piden que se mantenga paralizada la actuación y que se redefina con giros a la izquierda. Es una "obra que no demandó nadie", subrayó, y que los vecinos y el Concello ven viable paralizar para reformular el proyecto aunque la obra ya esté adjudicada por algo más de 100.000 euros.

Es una posibilidad contemplada en la Ley de Contratos, apunta, muy crítico con que esa obra se intente "hacer sin diálogo" tras llevar paralizadas obra y expropiaciones dos años y medio con el Gobierno del PP. "Se lo pedimos y exigimos al anterior Gobierno del PP y a este también", aseguró, aludiendo a las reuniones que mantuvo en su día con la entonces ministra Ana Pastor y con el jefe de Carreteras en Pontevedra. Les dijeron que "había que pedir un acuerdo de negociación y segregación de esta obra, encuadrada dentro de un paquete de varias en la provincia". Aunque el inicio de las expropiaciones estaba previsto para el 16 de marzo de 2016, no llegó a celebrarse. Pero, con el actual Gobierno estatal, "sin previo aviso", en septiembre volvieron a convocar a los vecinos para el inicio de las expropiaciones, sin "previo aviso" al presidente municipal, pese a que tendría que firmar las actas previas. Lo ve una "falta de respeto por parte de Fomento. Y respalda por completo a los vecinos. Estos -avanzó Cubela- ya están pensando en organizar una manifestación para el domingo 21. Si así lo deciden, tendrán que tramitar estos días los permisos ante la Subdelegación del Gobierno. Si lo hacen, el ejecutivo local respaldará la movilización "totalmente", concluyó Cubela.

Este asunto ha generado gran polémica vecinal y política en las últimas semanas. El PSOE sostiene que Cubela nunca llegó a solicitar formalmente la paralización de la obra -se limitó a comentarlo con la anterior ministra Ana Pastor- por lo que Fomento nunca pudo tramitar cambio alguno.