La polémica está servida de nuevo. Si hace cinco meses la pretensión municipal de reducir a 5 kilómetros por hora la velocidad máxima de las bicicletas en las zonas peatonales puso en pie de guerra a los colectivos ciclistas, el aumento de ese límite a 10 km/h, como siempre propuso Pedaladas, no ha atenuado el malestar de estos aficionados.

El conjunto de recomendaciones elaborado por el ingeniero Fernando Nebot para su posible incorporación a una nueva ordenanza de movilidad en la ciudad, aborda con especial incidencia diversas normas para el tránsito ciclista, medidas que el gobierno local dice compartir pero que quiere consensuar con los grupos municipales y los agentes sociales.

Y en esa labor tendrá, en principio, enfrente a la asociación Pedaladas, principal exponente de los usuarios de la bici en la ciudad. Este colectivo ha mostrado su aprobación a ese límite de 10 kilómetros por hora en las zonas de convivencia -"la propusimos nosotros en su día "- y a que se impida, como norma general, que circulen las bicis por las aceras. Pero aquí se acaba el acuerdo.

"El documento -de más de 250 páginas- es un desastre". Así de rotundo se manifestaba ayer Enrique Pérez, presidente de Pedaladas, que lamenta la "guerra contra los carriles-bici" y otras medidas que "van en contra de la ciudad integradora que preconiza Francesco Tonucci". Pérez enfatiza que "parece que, en el fondo, hay un odio del Concello a las bicicletas".

Calles con mucho tráfico

Pedaladas insiste en la falta de previsión de nuevos carriles-bici en la ciudad, cuando es la única forma de utilizar la bicicleta" en calles con mucho tráfico. "En estas recomendaciones solo se habla de lombos y calmado del tráfico, y no sigue los consejos de otros expertos, que señalan que en calles con más de 4.000 coches al día se requiere una intervención ciclista", dice Enrique Pérez. Su asociación insiste en crear un itinerario de este tipo en las calles José Malvar, Doce de Novembro y Eduardo Pondal hasta la estación de autobuses para enlazar los paseos del Lérez y de Os Gafos, así como "llegar a Marín y a Poio".

También hace referencia a la coordinadora ConBici, que agrupa a 66 colectivos de toda España y "es un referente para la DGT". Se alude a sus recomendaciones "para sacar las bicis de las aceras, pero no a la hora de crear carriles específicos", insiste Pedaladas.

En el caso de las aceras, el colectivo comparte que se prohiba su uso para las bicis, salvo para menores de diez años acompañados de un adulto a pie. Es este último punto el que cuestiona el colectivo ya que "va en contra de las ciudades integradoras de Tonucci para que los niños vayan solos al colegios". A su juicio, con estas medidas "se condena a un niño de doce años a ir por la calzada" y "chocan con la idea de educar en vez de prohibir", con el añadido de las "desventajas" que supone que el padre vaya andando con su hijo pequeño en bici".

Por todo ello, califica el documento de Nebot como "obsoleto" y de utilizar los ejemplos de otras ciudades "a su conveniencia". Así, "cita el caso de San Sebastián, donde se prohibe ir por las aceras a los menores de ocho años, pero se olvida de apuntar que esta ciudad tiene una de las mayores redes ciclistas de toda España; y también hace mención a Zaragoza, que cuenta con 163 kilómetros de carriles-bici". En Pontevedra no se llega a cinco.

Pedaladas se muestra tan contraria al documento técnico encargado por el Concello, por unos 15.000 euros, que llega a decir que "lo mejor sería despedir a este experto y contratar a uno que verdaderamente entienda la movilidad ciclista".

En su día, el gobierno local justificó la redacción de esta nueva ordenanza en que la que está en vigor del año 1989 está "superada" ya que estaba concebida para regular solo el tráfico de vehículos a motor, por lo que resulta de escasa utilidad práctica en la modelo de ciudad existente actualmente.

Con esta revisión no se quieren tocar aquellos aspectos que ya están regulados tanto en la ordenanza actual como en la legislación vigente, pero sí se abordarán aspectos novedosos o no claramente resueltos en ningún corpus legal como la normativa de circulación de bicicletas, el concepto "servicios" o las limitaciones de velocidad.