Casi cinco meses después de la polémica que se levantó en la ciudad por la propuesta del gobierno local de limitar a cinco kilómetros por hora el tránsito de las bicicletas por los espacios peatonales, el Concello ya dispone de las recomendaciones técnicas que servirán de base para elaborar una compleja ordenanza de movilidad que regule el tránsito por la ciudad.

Elaborado por el ingeniero de caminos Fernando Nebot, que ya hizo un trabajo parecido para la Diputación, el documento revisa algunas de aquellas propuestas originales, pero deja claro que la convivencia entre peatones y ciclistas debe regularse, hasta el punto de que propone prohibir completamente el paso de las bicis por las aceras (salvo excepciones con menores acompañados) y sitúa en 10 kilómetros/hora la velocidad máxima de estos vehículos (y de cualquier otro) en los "espacios de convivencia", denominación genérica para calles de plataforma única y de preferencia peatonal, como puede ser Michelena.

La prohibición de bicicletas en las aceras es una medida que comparten colectivos como Pedaladas, una de las asociaciones que más rechazo mostró a la limitación de 5 km/h. El concejal de Infraestruturas, César Mosquera, ha querido aclarar que el informe de Fernando Nebot es un "conjunto de recomendaciones" que en su mayor parte comparte el gobierno local, pero "se enviará ahora a todos los grupos y agentes sociales para tratar de llegar a un consenso para redactar la futura ordenanza".

Mientras se extrema el control sobre las bicicletas, se alerta de que entrar a regular con detalle el uso de otros vehículos, en especial los patinetes eléctricos, puede ser más complejo al no existir una normativa general aplicable. En todo caso, las normas para las bicis serían aplicables a los denominados Vehículos de Movilidad Personal (VMP).

En concreto, el documento destaca que "la promoción de la bicicleta no debe hacerse en detrimento de los peatones y deberán circular como regla general por la calzada". Por ello, deja claro que "no debe permitirse la circulación de bicicletas ni de ciclos por las aceras", con la excepción de niños menores de diez años "obligatoriamente acompañados de un adulto que, necesariamente deberá ir a pie".

En las denominadas "zonas de convivencia" sí sería posible el uso de bicis "a la velocidad del resto de vehículos", que se establece en 10 kilómetros por hora.

Además de "desaconsejar totalmente implantar acera-bici o señalizar espacios para la circulación de las bicicletas en las aceras", el documento de Fernando Nebot establece varias propuestas para las "zonas de convivencia". Entre ellas insiste en que "todos los vehículos deberán respetar en su circulación una distancia mínima de dos metros con respecto a las fachadas"; y subraya que "en estas zonas la velocidad máxima de circulación de todos los vehículos no debería superar con carácter general los 10 km/h".

En cuanto a los VMP, este experto indica que "entrar a regular el uso en el espacio público de estos vehículos (especialmente los patinetes eléctricos tan de modo estos días) es tal vez una labor excesiva para el Concello, dada la falta de regulación en el marco de la administración central de tráfico y por su complejidad y temas variopintos que hay que abordar para articular una adecuada regulación".

En todo caso, dice que "no se aconseja la autorización por el Concello del uso de este tipo de vehículos". Aún así, sí sería conveniente aplicar a estos VMP las mismas limitaciones que a las bicicletas, de modo que "sería conveniente prohibir explícitamente su circulación en las aceras y en las zonas peatonales" unos espacios donde cada vez es más frecuente ver estos patinetes eléctricos, en muchos casos a velocidades excesivas.

El extenso documento de Fernando Nebot, de más de 250 páginas, incluye un capítulo con 26 recomendaciones y la mitad de ellas inciden directamente en las bicicletas y los VMP, pero también aborda aspectos como el tamaño de los carriles o el diseño de pasos de peatones, aunque en menor medida porque son apartados ya muy asentados en la ciudad.

Meses de trámites

En mayo pasado, cuando se anunció la tramitación de esta nueva ordenanza de movilidad, se indicó que su objetivo era plasmar bajo una normativa legal todos aquellos aspectos que amparan el modelo de ciudad en Pontevedra que no estén claramente regulados en la actualidad. Entonces, el gobierno local ya puso sobre la mesa aspectos como que en los espacios "de convivencia", es decir, en las calles peatonalizadas, la velocidad máxima deba ser de cinco kilómetros por hora, incluidas las bicicletas y otros elementos como los patines. Aquel anuncio levantó una oleada de críticas entre los usuarios, y ahora se duplica esa velocidad, si bien se mantienen los 5 km/h en determinados casos y siempre con la exigencia de adaptar esa marcha al paso de los peatones.

Mosquera justificó la redacción de esta nueva ordenanza en que la que está en vigor del año 1989 está "superada" pero al mismo tiempo tiene suficiente flexibilidad para ir modificándola paulatinamente, algo que permitió ir desarrollando el modelo de ciudad durante los últimos años pese a la obsolescencia de la normativa en algunos puntos. Una ordenanza, la de 1989, que estaba concebida para regular solo el tráfico de vehículos a motor, por lo que resulta de escasa utilidad práctica en la modelo de ciudad existente actualmente.

El gobierno local propone, para esta nueva ordenanza, no tocar aquellos aspectos que ya están regulados tanto en la ordenanza actual como en la legislación vigente (como puede ser el código de circulación, por ejemplo). Pero sí se abordarán aspectos novedosos o no claramente resueltos en ningún corpus legal como la normativa de circulación de bicicletas, el concepto "servicios" o las limitaciones de velocidad. También abordará otros aspectos que no cuentan con una regulación clara como los elementos reductores de velocidad y paseos elevados, entre ellos los a veces polémicos "lombos".

Mosquera ya dejaba claro hace cinco meses, sin disponer aún de las recomendaciones ahora elaboradas por Fernando Nebot, que todos los vehículos (bicicletas incluidas) han de circular por la calzada, no por laaceras,

El concejal de Infraestructuras explicó que la redacción de esta ordenanza tiene varias motivaciones, además de por estar aprobada una moción del Partido Popular en pleno, que el Gobierno apoyó al estar iniciado el proceso de redacción, tanto como para respuesta a una elevada demanda de otras ciudades que están reclamando a Pontevedra esta ordenanza actualizada.

La propuesta inicial de los cinco km/h fue inmediatamente rechazada por las asociaciones de ciclistas, que incluso anunciaron movilizaciones luego aplazadas. Recordaban, por ejemplo, que Barcelona establece una velocidad máxima de 10 kilómetros por hora en estos espacios de preferencia peatonal, como se propone ahora en las recomendaciones técnicas, o que otras normativas fijan la velocidad en las plataformas únicas y calles residenciales es de 20 kilómetros por hora, entre otras.