La situación en la que quedó el monte tras los incendios motivó a un nutrido grupo de voluntarios, entre ellos muchos técnicos y profesionales forestales, a poner en marcha medidas de recuperación inmediata o, al menos, a probar métodos innovadores que frenasen la pérdida de suelo.

Nacía "A Rente do Chan", un colectivo presidido por Jesús de la Fuente y del que forman parte Xabi Lorenzo y Rafael Zas, entre otros muchos.

La eficacia de su método, el mulching, está avalada por los resultados conseguidos durante este último año. Sin embargo, frente al optimismo de haber demostrado la capacidad de gestionar el trabajo voluntarios con una fórmula poco conocida, sienten cierto desánimo al no haber logrado que la administración reaccionase. "A realidade é que as aldeas seguen a ter un polvorín arredor".

Las cifras hablan por sí solas. Actuaron en 40 puntos críticos y lograron una protección del suelo del 97%, evitando que 43.500 toneladas de tierra se moviesen de su localización original, acabando buena parte de ellas en los ríos. Y esa experiencia les permite demandar de la administración que tras un incendio "actúe de inmediato e faga cubrindo o solo co mulching, porque xa temos documentado que é o método máis eficaz".

Sin embargo comprueban como la administración es "reacia" a asumir este avance. "En Vigo ardeu todo pero non se mobilizaron". Con todo, le reconocen un mérito: "a obrigación de manter limpas as franxas de seguridade, os perímetros habitables. Eso é unha cuestión fundamental".

Y otro de los grandes inconvenientes que tienen que enfrentar es la falta de medios. "O monte require unha atención constante e supón moitas renuncias para nós".