Santiago Peregrino cedió ayer el protagonismo en su iglesia de O Burgo a la Virgen del Pilar. Con tal ocasión, la comunidad de aragoneses residentes en Pontevedra cebaron las fiestas de la Pilarica con una misa a las 12.00, a la que le siguió la tradicional ofrenda floral. También se cantó una jota y se entonó el himno de patrona. Tras el acto litúrgico, la comunidad maña se citó en un vermú en la plaza da Verdura, a la que le siguió una comida en el Hotel Galicia Palace.