Paralelamente, el gobierno local gestiona con la Diputación la firma de un convenio para llevar a cabo el seguimiento de los composteros individuales que se desplegarán por el rural en este trimestre. Será a cargo de una ONG vinculada con el mundo rural, y que supondrá hacer un seguimiento de cada usuario. Se dispone de 8.000 de estos elementos individuales para entregar en cada casa del rural.

Cada compostero ronda los 105 euros y el plazo global de entrega es de un máximo de dos años con un "despliegue parroquia a parroquia, barrio a barrio, casa a casa" y a cada usuario se le dará una explicación sobre el funcionamiento del compostero y a posteriori habrá un seguimiento con el fin de evaluar, y corregir si fuera preciso, el desarrollo del nuevo sistema de gestión de residuos orgánicos.

La implantación de este sistema implica la eliminación progresiva de la actual recogida de basuras orgánicas en el rural, de modo que cada usuario deberá reciclar esos residuos en su propia casa.

En su día se apuntó que las parroquias del norte del municipio (especialmente Verducido, Santa María y San Andrés de Xeve) las primeras en recibir los composteros, si bien se podría simultanear con alguna parroquia del sur, como podrían ser Tomeza, Lourizán o Pontesampaio.

Por otra parte, ya se trabaja en la campaña de divulgación y difusión del compostaje comprometido con las federaciones de vecinos. En ella colaborará la concesionaria del servicio de limpieza, según indica la concejala.

El contrato de la basura -prorrogado por tres años a la concesionaria actual, Ferrovial- incluye la renovación de más de 1.300 contenedores de recogida selectiva (papel, vidrio y envases) en el casco urbano y el rural, todos ellos emplazados en las denominadas "islas de reciclaje". En la actualidad, en el ámbito urbano, existen 263 islas y se incrementarán a 270.

En el rural existen 50 (algunas completas, otras no) y pasarán a existir 175 completas, es decir, que tendrán, cuando menos, un contenedor verde, otro amarillo y el de vidrio. El objetivo es que todos los vecinos tengan una isla de reciclaje a no más de 250 metros.

Estas nuevas islas comenzarán a instalarse en la segunda quincena con los iglús de vidrio, para continuar con los envases y el papel.

Estos depósitos serán de carga lateral -al igual que los colectores verdes actuales- en la zona urbana, y frontal en el rural debido las características del rural (espacios muy reducidos en la mayor parte de las ocasiones). Esta nueva recogida obliga a incrementar la maquinaria de la empresa con un nuevo camión. Además, también se suman a los medios técnicos del servicio: dos barredoras y tres lavaaceras.