Si no se sanea por completo la ría de Pontevedra en el plazo de dos años, la Unión Europea impondrá al Estado español un "multa multimillonaria" por la "mala calidad de las aguas". Con este argumento, Augas de Galicia calificó ayer de "inaplazable" e "imprescindible" una actuación inmediata en la depuradora de Placeres, una de las claves para lograr ese objetivo.

Por ello, este departamento de la Xunta, que ahora vuelve a estar bajo el control de la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, manifestó ayer su "sorpresa" por el acuerdo unánime de la corporación municipal del pasado martes en el que se rechazaba, con el voto de todos los grupos, incluidos el gobierno local y el PP, cualquier proyecto de ampliación de la planta de Lourizán, un rechazo que también muestra la plataforma vecinal de la parroquia.

"La Xunta de Galicia está sorprendida por el cambio de postura del gobierno local de Pontevedra, que después de tres años sentado con la Xunta en la mesa para el saneamiento de la ría, manifestó ayer (por el martes) por primera vez de forma oficial su oposición a la ampliación de la depuradora de Placeres". Así se indica en una respuesta por escrito solicitada por FARO.

Insiste Augas de Galicia en que "el saneamiento de la ría es imprescindible por razones legales, ambientales y marisqueras. Además es inaplazable porque la mala calidad de las aguas lleva aparejada una multa multimillonaria por parte de la Unión Europea".

Se refiere la consellería a la sentencia de 2016 del Tribunal de Justicia de la Unión Europea que ratificó el incumplimiento reiterado del tratamiento de aguas residuales en la ría de Pontevedra, que provoca un problema de saneamiento. Este fallo respondía a una denuncia de noviembre de 2014 por parte de la Comisión Europea al Estado en noviembre de 2014.

La respuesta a esta seria advertencia llegó con la puesta en marcha por parte de la Xunta del plan de saneamiento de la ría, objeto de constantes reuniones desde hace unos años con cofradías y concellos. En el último de esos encuentros se concretó un proyecto de mejora inmediata de la depuradora de Placeres por 16 millones de euros, así como una propuesta a medio plazo para su ampliación, por 45 millones más, en los terrenos del desmantelado campo de fútbol de Placeres. Fue entonces cuando comenzó la movilización vecinal que acaba de ser secundada por todos los grupos municipales.

Marea

Algunos de ellos plantean que cada municipio disponga de su propia depuradora, una propuesta que defiende con especial insistencia Marea Pontevedra. Su portavoz, Luís Rei, alertó ayer de que la postura de la Xunta a favor de ampliar la depuradora "es un ataque contra Pontevedra" y deja también en evidencia al presidente del PP local, Rafael Domínguez, cuya postura conjunta en rechazo a la ampliación "no es más que fuegos de artificio".

Rei anima a los vecinos de Lourizán a "organizar la resistencia" y subraya que la ampliación de la planta "sería totalmente innecesaria si Poio y Marín hicieran los deberes y depuraran sus aguas en sus términos municipales".

Al respecto, fuentes de la consellería ponen en duda esa propuesta al señalar que incluso con dos depuradoras más en la ría, la de Placeres necesita de una actuación de mejora en profundidad porque su estado actual es muy deficiente, de ahí los vertidos que denuncian vecinos y mariscadores.

Reunión aplazada

Mientras tanto, la reunión convocada para ayer entre la plataforma de Placeres y el gobierno local -la primera prevista desde que se solicitó hace más de tres meses- no se celebró finalmente por problemas de agenda de los vecinos, que alegan que se les avisó con muy poca antelación y no pudieron alterar su jornada laboral.

El concejal delegado de la parroquia de Lourizán, Demetrio Gómez, explicó después que tratarán de cerrar agendas por ambas partes, para propiciar una reunión en breve. En el encuentro previsto para ayer, el portavoz del gobierno local, Raimundo González, y el propio Gómez, "iban a trasladar a los vecinos la postura oficial de la corporación, aprobada esta misma semana en el pleno municipal, contraria a la ampliación de la depuradora en su actual situación", según recuerda el Concello, que añade que "el alcalde, Miguel Fernández Lores ya aseguró que los vecinos de Lourizán tienen toda la razón al oponerse a la ampliación de la planta en Placeres, ya que la capacidad de la depuradora es suficiente para acoger las aguas residuales de los vecinos de Pontevedra, aunque haya que actualizar sus procesos de depuración".