El gobierno propuso al Consejo de Nauta la convocatoria de un concurso de ideas, con una dotación de 100.000 euros, para que los estudios de arquitectura e ingeniería que lo deseen presenten propuestas de mejora de la dársena. Uno de los objetivos es que la plaza do Mar, de 12.000 metros cuadrados, pueda tener un mayor aprovechamiento los meses de peor climatología.

El puerto deportivo costó 14 millones entre la compra de la concesión y las obras. En su momento, la operación fue calificada por algunos de "proyecto megalómano de alto riesgo". Desde el Concello afirman que "el tiempo puso las cosas en su sitio, ya que tal y como estaba previsto, se devolvió el dinero solicitado con rapidez, gracias a la venta de las concesiones de los locales comerciales y la explotación del parking, los pantalanes y demás servicios náuticos". Además, indican que "el puerto sigue generando importantes beneficios anuales que ingresan las arcas municipales".

Pero todavía más importante es que se ha convertido en uno de los motores de económicos de Sanxenxo, que se notan especialmente en la temporada baja. "Antes del puerto deportivo, ni la villa, ni muchos menos las calles del entorno tenían la actividad que ahora tienen. Las rúas dos Barcos y Augusto González Besada ahora tienen actividad hostelera y comercial todo el año y no solo unos meses como ocurría antes", indicaron desde el Concello a través de un comunicado.

El puerto genera más de 200 puestos de trabajo directos entre Nauta, los locales y los servicios náuticos. Sin contar las empresas que hacen mantenimiento y reparación de las embarcaciones y los patrones y marineros de los propios barcos. En definitiva, el puerto deportivo, "Nauta, la empresa municipal que lo gestiona y la creación de amplios espacios públicos que Sanxenxo no tenía hasta entonces, han resultado un éxito que nos indica que hay que seguir una línea parecida en Portonovo, eso sí, respetando las particularidades de la villa marinera".