Un arousano, Juan Manuel L. M., acusado de violar reitaradamente a su expareja tras la ruptura de ambos, negó ayer los hechos que se le atribuyen en un juicio celebrado en la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra que quedó visto para sentencia. Se trata de unos sucesos que se produjeron en la zona de Ribadumia, entre agosto y septiembre de 2015. El acusado se enfrenta a una petición de condena de la Fiscalía que suma 18 años de prisión, quince años por un delito continuado de violación y otros tres por maltrato habitual.

También reclama una indemnización de 120.000 euros para la víctima, que, según indicó el fiscal, acabo por mudarse primero a casa de sus padres y finalmente se marchó a vivir a otra comunidad autónoma debido al "clima constante de intranquilidad" que le generó el acusado y estar así lo más lejos posible de él.

Juan Manuel L. M., que en la vista oral se acogió a su derecho de contestar únicamente a las preguntas de su abogado, negó que hubiera atemorizado y violado reiteradamente a la víctima. Aseguró que, "después de cuatro años juntos", la pareja se rompió en agosto de 2015. Pese a ello, el acusado insiste en que la relación entre ambos apenas cambió, que él siguió durmiendo en casa de la víctima y que "incluso tenía las llaves" de su domicilio, llaves que devolvió "el día en que me denunció". Asegura que se seguían viendo "habitualmente" y que "dormíamos en la misma habitación" e incluso "manteníamos relaciones que eran consentidas".

En su contra juegan una serie de mensajes remitidos desde el móvil del acusado al de la víctima por WhatsApp y que ella puso a disposición de la Guardia Civil. En ellos, Juan Manuel amenazaba a su pareja para que fuera a buscar al hijo común que tienen entre ambos "sola" o que, de lo contrario, "bou tar li e senon ai lio" (sic). Asegura el fiscal que tras ese mensaje, el acusado obligó a la víctima a ir con él a un coche a un descampado en donde la mujer sufrió una nueva violación. A continuación, se remitieron nuevos mensajes por parte del acusado a la mujer en los que le preguntaba si acudiría a la Guardia Civil a relatar lo sucedido: "ke tes pensado facer, vasm denunciar o no" o "keres kontexyar, so kero saber se me vas denunciar", así como "non quero que me denuncies", "tranquila k nn xe tomo mais non te preokupes" o "nn kero perder os meus pekes n cárcel" (sic). En otros mensajes remitidos a la víctima la insultaba "menospreciádola y menoscabando su autoestima", según el fiscal, por ejemplo, amenazándola con darle "una ostia" o diciéndole "vas ver k hijo puta son". La explicación que dio el acusado a estos mensajes fue echarle la culpa al corrector del WhatsApp del teléfono móvil. Aseguró que ahí hay palabras que él "no quería escribir" pero que las mandó por "culpa del corrector, había cosas que no quería decir" y que por eso también le pedía "perdón".

En el juicio también declaró una guardia civil quien señaló que recibió los mensajes del teléfono de la víctima y que comprobaron que el remitente era el teléfono del acusado.

La "atemorizaba"

El tribunal, también pudo escuchar la declaración de la víctima, que se desarrolló a puerta cerrada. La mujer ratificó su denuncia y en base a ello el fiscal no solo mantuvo su petición de condena sino que amplió y concretó algunos detalles de su escrito de acusación como que fueron 8 las veces en las que el acusado habría violado a su expareja en su domicilio tras la ruptura de ambos. Señala el Ministerio Público que el acusado controlaba a la víctima y le preguntaba qué hacía en todo momento, amenazándola y creando un clima de "intranquilidad". Añade que la "atemorizaba" con amenazas del estilo que si la veía "con alguien te voy a pegar o a matar" o que "si encontraba a alguno encima de ella, que sería un tiro para los dos" con la pistola que decía haberse comprado. Señala el fiscal que el acusado obligaba a la víctima a mantener relaciones a pesar de la negativa de ésta "sin que en estos casos y en ese momento inicial" la víctima "reuniese el valor para denunciarlo, optando por soportarlo con la esperanza de que no se volviera a repetir".