La declaración de Esteban R. M. puso fin al turno de declaración de los seis acusados por el Ministerio Fiscal en el caso de los "miguelianos". Antes que él, ayer prestaron declaración otros dos acusados por asociación ilícita, miembros de la directiva o cargos en Orden y Mandato San Miguel Arcángel. Sus declaraciones contrastaron con la de Esteban, sobre todo la de José Carlos A. M., quien realizó una encendida defensa de Miguel Rosendo y de la Orden.

Dijo no entender cual era "el motivo de esta persecución" hacia Miguel Rosendo y aseguró que el líder de la Orden nunca tuvo "que ir a buscar a nadie sino que fuimos nosotros y nuestros padres los que acudimos con nuestros problemas a él".

Considera que el capellán de la prisión de A Lama, Isaac de Vega, fue el "instigador de todo esto" y que le "comió la oreja" a padres y otros familiares con las supuestas irregularidades en el seno de la orden, irregularidades que el declarante nunca observó. También afirmó que no le consta que Rosendo mantuviera relaciones sexuales con las consagradas, ni que tampoco escuchó que nadie se lo comentase. Tampoco que se refiriesen a supuestas "limpiezas espirtuales" o "trabajos".

Reconoció que en algún momento se referían a él como "padre", algo que no le gustaba por el cargo que desempeñaba en la Orden como "padre de la buena huella" e insistió en que todo el mundo podría entrar y salir libremente de la congregación. Insistió en que todo el mundo participaba en la Orden libremente y que no observó "a nadie con cara de sufrimiento o dolor", ni tampoco observó que se manipulasen voluntades, ni vio violencia o coacción. "Aquello no era una dictadura", aseguró.

También declaró Belén E. F. , una laica que formaba parte de la directiva de Orden y Mandato. Asegura que nunca observó insultos por parte de Feliciano Miguel Rosendo a nadie, ni tampoco que tuviesen al supuesto líder endiosado. Tampoco dijo tener constancia de ningún tipo de abuso. El juicio se retomará con la declaración de los testigos el día 15.