Ramón Agulla, presidente de la comunidad de aguas de Pontesampaio, insiste también en la recomendación del consumo responsable, aunque recuerda que en el caso de esta comunidad de aguas (que surte a 328 vecinos) los propios estatutos ya recogen límites para garantizar el suministro y también posibles sanciones para los incumplidores.

Señala que, aunque la cantidad de agua en los manantiales bajó considerablemente, por el momento no se prevé que se puedan adoptar restricciones a corto plazo en el consumo de agua por vivienda. Actualmente está fijado en un máximo de mil litros por vivienda, una cantidad que es suficiente para un domicilio medio de cuatro personas pero que ya sería más justa si viviesen seis personas o más. Es el límite fijado a lo largo de todo el año, pero que se controla de forma más estricta en estos meses en los que el recurso escasea algo más. Normalmente, el límite se revisa cada mes por si fuera necesario bajarlo y en las épocas de mayor carestía podría incluso reconsiderarse cada quince días. El año pasado llegaron a aplicar un límite de 500 litros al día por vivienda en los peores momentos de la sequía, aunque no parece que este año se pueda llegar a estos extremos. No obstante, todo dependerá de la climatología y nadie se atreve a decir que la escasez de agua del pasado ejercicio no se pueda volver a repetir si las lluvias no llegan. Así que, por el momento, el mejor consejo es no malgastar el agua.