La decisión de las Clarisas de mantener cerrado el convento de Santa Clara por la falta de vocaciones para reabrir el inmueble es visto desde el Concello como un "riesgo" de que el edificio acelere su deterioro, un peligro que se observa en otras dependencias públicas y eclesiásticas.

El alcalde, Miguel Fernández Lores, es claro: "Hay que buscar una solución a Santa Clara antes de que se caiga a trozos", un aviso que también lanza para otros inmuebles como el Monasterio de Lérez o la antigua delegación del Ministerio de Hacienda en A Ferrería. "No vale dejar todo ahí, sin aprovechamiento alguno y que se conviertan en una ruina", sentencia.

En el caso de Hacienda, el PP acude al pleno municipal del próximo viernes con la propuesta de convertirlo en un gran centro cultural que quiere bautizar como "Alexandre Bóveda". Lores considera esta posibilidad "más constructiva que convertirlo en un hotel de cinco estrellas", como planteó el mismo partido en el pasado.

Sin embargo, el alcalde apuesta más por convertirlo en un gran archivo para el Estado, la Diputación y el propio Concello. "Es necesario dar salida a edificios de este tipo, que tengan uso y se eviten el deterioro o los okupas".

Por ello, insiste en que el Concello "dará todas las facilidades", como reitera en el caso de Santa Clara. "Estamos abiertos a cualquier solución, desde ayudar al mantenimiento del edificio a cambio de abrir su huerta a la ciudad hasta facilitar una operación que mantenga el edificio con actividad".

No obstante, insiste en que la decisión depende del Gobierno central en un caso o de las Clarisas en el otro.

En cuanto al Monasterio de Lérez, Lores alerta de que "no está aprovechado" y también corre peligro de deterioro. Cita el caso del viejo cuartel de la Guardia Civil en Loureiro Crespo. "Nosotros queríamos que se convirtiera en una nueva Comisaría de Policía, pero al no ser posible, se dieron todas las facilidades para su venta", que se concretó con el fin de edificar un geriátrico en su lugar.