El área sanitaria de Pontevedra y O Salnés ha iniciado la segunda ronda del programa de detección precoz de cáncer colorrectal. Tras finalizar todas las fases del plan el pasado mes de mayo, la gerencia vuelve a invitar a toda la población de entre 50 y 69 años del área sanitaria, independientemente de se ya participó o no, para realizarse un estudio de sangre oculta en heces.

Este programa promovido por la Consellería de Sanidade permitirá detectar esta patología en fases iniciales y mejorar de manera sustancial su pronóstico y supervivencia, pues mediante la detección precoz se consigue diagnosticar el cáncer en etapas menos avanzadas, incrementando así las posibilidades de curación. De hecho, está demostrado que este tipo de programas pueden disminuir la mortandad hasta un 35%.

En la primera ronda, iniciada a mediados del año 2016, se invitó la un total de 76.178 personas a participar, en concreto a 36.282 hombres y 39.896 mujeres. El porcentaje de participación global conseguida fue del 44,9% (un 47,53% fueron mujeres y un 42,04% hombres), una cifra semejante a registrada en otras áreas sanitarias de Galicia y en línea con otras comunidades autónomas.

Otro dato destacable, tal y como informa el Sergas, es que el porcentaje de pacientes con estudio de sangre oculta en heces positivo fue del 6,69%:8,83% en hombres y 5,02% en mujeres. Fue a estos pacientes a los que se les ofreció realizar una colonoscopia, así, los profesionales del servicio de Digestivo del Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra llevaron a cabo un total de 1.870 colonoscopias.

El número de personas con lesiones premalignas detectadas y extirpadas, excluyendo cáncer ya la establecido, fue de1.275. En total, gracias a estas pruebas de diagnóstico precoz, fueron detectadas 77 personas con cáncer.

La finalidad del acribillado de cáncer colorrectal es que la población a la que va dirigido realice, cada dos años y en su domicilio, una prueba sencilla para determinar la presencia de sangre oculta inmunolóxico en heces. Este estudio no sirve por sí solo para diagnosticar un cáncer colorrectal, pero las conclusiones permitirán saber si es preciso una exploración intestinal mediante una colonoscopia, que se llevaría a cabo en caso de que los resultados del primer reconocimiento fueran positivos.

Las personas que encajen dentro del perfil determinado por el programa recibirán una carta en su domicilio, en la que serán invitadas a participar en el mismo. A continuación, tras remitir su aceptación al centro coordinador, si le facilitará el material necesario para la toma de la muestra, así como las instrucciones para recogerla. Tras el análisis, se comunicarán los resultados y, de ser positivos, se procederá a dar cita en el centro de salud correspondiente para la programación de la colonoscopia.

El cáncer colorrectal es el tumor más frecuente en los países desarrollados y ocupa el segundo lugar después del de pulmón en los hombres y el de mama en el caso de las mujeres. Las personas con historia familiar de cáncer colorrectal y aquellas con enfermedades inflamatorias intestinales crónicas tienen más riesgo de desarrollar esta patología y el riesgo aumenta de manera considerable a partir de los 50 años, tanto en el caso de los varones como de las mujeres, independientemente de esta situación.

A pesar de que no suele causar ninguna molestia hasta que está en una fase muy avanzada, algunos de los síntomas que se identifican como más frecuentes son los cambios de hábito intestinal de varias semanas de duración y emisión de sangre por el recto sin molestias asociadas.

En el 85% de los casos se origina en un pólipo intestinal que maligniza tras un período prolongado de hasta 10 años, lo que permite su detección en estadios iniciales e incluso en las fases premalignas. En total, un 52% de los cánceres diagnosticados dentro del programa gallego de detección precoz de cáncer colorrectal se encontraban en fase inicial, cuando habitualmente tan solo se llega a descubrir la enfermedad en este estadio en un 14% de los casos.

Aumentar el consumo de fruta y verdura, limitar el consumo de grasas de origen animal, hacer ejercicio físico regularmente, moderar el consumo de bebidas alcohólicas y evitar el tabaco son algunas de las medidas que aconsejan los profesionales para prevenir la aparición de este cáncer.