Mucha confusión e incógnitas rodean todavía las circunstancias de la muerte a tiros a manos de la Policía de un hombre de origen gallego, en una calle del barrio de Jardim Armaçao en Salvador de Bahía, Brasil, en la noche del pasado miércoles. Marcio Pérez Santana, hijo de dos emigrantes de la parroquia de Anceu, en Ponte Caldelas, falleció como consecuencia de los disparos efectuados por la Policía Militar contra su vehículo durante un incidente que se produjo sobre las diez de la noche, hora local, en la calle Simón Bólivar de esta localidad.

La prensa brasileña apunta a varias versiones de lo sucedido. La más extendida es que Marcio Pérez, de 41 años de edad y que deja dos hijas huérfanas, circulaba de noche con su coche (un Fiat Palio e color blanco) en compañía de una mujer cuando se encontró con un operativo policial que no estaría convenientemente señalizado ni con los indicativos luminosos, ni con las sirenas. Este hecho causó cierta indignación entre los conocidos del fallecido, malestar que que recogían los medios locales, quienes pedían a las autoridades locales que se diesen explicaciones de lo sucedido y se aclarasen todas las circunstancias que rodean a este suceso.

Según el relato de la mujer que lo acompañaba en el coche, Marcio Santos habría confundido a los agentes con una banda de asaltantes, se habría asustado y habría continuado la marcha para evitar a quienes él tomó por unos atracadores armados. Algo habitual debido a la sensación de inseguridad que se da en la zona, según comentaba ayer el alcalde de Ponte Caldelas. La Policía respondió efectuando disparos contra el coche que se dio a la fuga, alcanzando uno de ellos a este hijo de emigrantes gallegos en la zona de la nuca.

Aunque el conductor pudo pilotar el coche durante unos metros más, acabó perdiendo el control y colisionando contra una isleta en medio de la calzada. Los servicios médicos desplazados al lugar no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Los medios locales reflejaban que en la jornada de ayer la zona todavía permanecía acordonada y que el vehículo en el que viajaba este hombre de origen español se encontraba en el lugar de los hechos. En la carrocería se podían ver al menos tres orificios provocados por los impactos de bala. Una de ellas había perforado el reposacabezas del asiento del conductor y fue la que muy probablemente causó la muerte de esta persona. El diario "A Tarde" habla de testigos que escucharon "más de seis disparos".

Otra de las versiones, que apunta el periódico "Correio", señala que Marcio se encontraba maniobrando con su coche cerca de su vivienda cuando fue sorprendido por un coche de la 58 Compañía de la Policía Militar que llegó con los faroles y los indicativos luminosos policiales desactivados. Este periódico cita la declaración de la mujer, amiga de la víctima, que acompañaba a Marcio y que asegura que los agentes llegaron armados diciendo "baja, baja", pero que cree que el joven de origen gallego no vio que era ellos eran policías, se asustó e intentó escapar, comenzando a disparar contra el vehículo.

Trágico error

Este periódico también afirma que la Secretaria de Segurança Pública informó por medio de un comunicado que la Policía Militar fue activada después de recibir informaciones acerca de unos asaltos en el barrio de Costa Azul, por lo que los policías militares pudieron confundir a Marcio y su vehículo con estos ladrones. Añaden que después "hubo un acompañamiento de un vehículo sospechoso y disparos de arma de fuego". También añaden que se va a abrir una investigación policial militar para esclarecer los hechos y que el grupo de agentes que actuó en esta acción "va a ser apartado de las calles".

Además, también participan en una investigación agentes de la Policía Civil, de la División de Homicidios y Protección a la Persona que ayer estaban revisando las cámaras de una gasolinera cercana por si hubieran captado alguna imagen que pudiera ayudar en la investigación. Los acompañaban los agentes de la Policía Militar, según "O Correio".

Emigrantes retornados

La noticia causó una enorme consternación en Ponte Caldelas, en donde viven los padres del fallecido. La práctica totalidad de la familia de Pérez en Galicia se trasladó de inmediato a Brasil, entre ellos su madre. Quedó en Galicia su padre, que se encuentra más delicado de salud, que se encuentra en casa de una hermana en Vigo. Laura Santana y Armindo Pérez regresaron a Ponte Caldelas tras jubilarse después de trabajar como emigrantes en Brasil. El fallecido estaba casado y tenía dos hijas de corta edad.

Andrés Díaz, alcalde de Ponte Caldelas, explicaba ayer que se encontraba "muy afectado" después de conocer las noticias llegadas desde Brasil. "Aún no puedo creerlo", explicaba ayer el regidor que es también originario de Anceu, la parroquia en la que residen Laura y Armindo, los padres de Marcio. Ambos emigraron a Brasil hace muchos años y allí creció y desarrolló su trayectoria profesional su hijo, que según los medios locales era consultor de una empresa de telefonía. El alcalde añade que también tenía una empresa constructora, que tenía pareja y deja dos hijas de corta edad.

Cuando los dos padres de Marcio se jubilaron, decidieron regresar a Ponte Caldelas, en donde viven desde hace ya años. Su hijo decidió seguir en Brasil, en donde ya tenía establecida su vida. Algunos vecinos de Anceu explicaban que Marcio habría nacido en Galicia pero se marchó a Brasil de niño. Estando en Brasil, la familia regresaba puntualmente a Anceu cada verano, según el alcalde, aunque los vecinos aseguran que hacía ya tiempo que Marcio no venía por Ponte Caldelas.