La Secretaría del Concelllo está trabajando en los últimos detalles del pliego de condiciones para poder licitar la reforma de la calle Progreso. Se trata del proyecto con el importe más alto de los que adjudicará el Concello en esta legislatura 2,5 millones. De los cuales el 70%, los aporta la Consellería de Infraestructuras y el 30% el Concello.

El convenio firmado entre la Consellería y el Concello establece que será esta última administración quien se encargue de adjudicar y dirigir las obras. Esta cuestión es muy relevante pues podrá evitarse problemas como los que se generaron en la reforma de la avenida de Luis Rocafort.

La reforma abraca 1.280 metros que van desde la confluencia entre la calle Progreso y la avenida de Madrid hasta la rotonda de Arnelas. El objetivo principal del proyecto en la reordenación de los espacios para vehículos y peatones lo que conllevara la creación de dos nuevas rotondas que permitirán agilizar el tráfico en los cruces más conflictivos de la calle y la mejora de las aceras que pasaran a tener como mínimo 1,8 metros.

En este sentido cabe recordar que ahora hay tramos de la calle que disponen de menos de un metro de acera. Otras mejoras previstas en la reforma son la sustitución y nueva canalización de todos los servicios, luz, agua, saneamiento y telefonía y la dotación de nuevo mobiliario como bancos, papeleras, señales y farolas.

El plazo de ejecución de las obras es de 12 meses, pero el gobierno local dice que hará "todo lo posible" para reducir este plazo para que al inicio del próximo verano la calle esté finalizada. Cualquier obra genera inconvenientes y problemas, y más al tratarse de una calle tan transitada y en la que hay tantos negocios y comercios. El gobierno asegura que "se preocupará de que las obras se hagan generando los menos inconvenientes posibles para los comercios y las personas que viven en la calle".