Después de cuatro años de que dejara de usarse, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) ha resuelto la cesión al Concello del viejo puente ferroviario sobre el río Lérez en Monte Porreiro. La cesión se firmó hace unas semanas, pero se dio a conocer ayer lunes, justo al día siguiente de una nueva marcha en demanda de la creación de una senda verde por el trazado de las antiguas vías entre Pontevedra y Arcade.

Con la entrega del puente, Adif completa la puesta a disposición municipal de todos los tramos del tren que quedaron sin uso ferroviario con la entrada en servicio del actual Eje Atlántico, pero mantiene la titularidad sobre el citado recorrido por Tomeza, Salcedo, Pontesampaio y Vilaboa.

El convenio sobre el viaducto del Lérez establece un plazo de cesión de 75 años y sobre una superficie de 8.500 metros cuadrados, toda vez que "este tramo fue sustituido por una variante y se encuentra liberado de cualquier instalación ferroviaria". Desde principios de 2014 no circula ningún tren por él e incluso carece de raíles.

El documento detalla que se trata de un puente de 116 metros de longitud, está conformado por tres arcos de hormigón y la concesión administrativa al Concello es por 75 años, con la condición, entre otras, de que "el puente tendrá exclusivamente un uso peatonal y de tránsito ciclista, quedando vedado al tráfico rodado de todo tipo de vehículos salvo bicicletas y asimilados".

Con esta estructura en la mano, el Concello ya tiene vía libre para diseñar una idea que maneja desde hace años: crear un enlace peatonal entre Monte Porreiro y Lérez.

Los servicios técnicos municipales disponen desde hace tiempo de un primer borrador de conexión peatonal desde el entorno de la playa fluvial hasta las inmediaciones del monasterio de Lérez, si bien requería la cesión del tramo ferroviario sobre la avenida de Buenos Aires y la ejecución de varios muros de contención en la otra orilla.

Mientras tanto, continúa la incógnita sobre la senda verde entre Pontevedra y Pontesampaio, cuya reivindicación motivó el pasado domingo una nueva marcha por se trazado. Tras años de negativas, las plataformas sociales que persiguen esta vía verde confían en que el nuevo Gobierno central se abre a la cesión. "Demandamos la creación de una vía verde o vía para bicicletas y peatones entre la ciudad de Pontevedra y la de Vigo, con el aprovechamiento de las vías del tren sin uso, existentes entre ambas ciudades y que a día de hoy se encuentran totalmente abandonadas, comenzando a generar incluso un problema de salud pública y riesgo de incendio en zonas pobladas", exponen los colectivos, que reclaman la desafección del tramo Pontevedra-Pontesampaio. El tramo de Redondela a Vigo ya está cedido a los concellos de Redondela y Vigo que tramitan los proyectos de sus respectivos tramos de vía verde.

El Parlamento de Galicia ya apoyo de forma unánime la creación de esta senda y la prolongación de la red ciclo turista EuroVelo desde Portugal por la costa de Galicia.