El curso escolar comenzó ayer sin incidencias en los colegios de la ciudad. Abrazos, sonrisas y mucha ilusión por el reencuentro con antiguos compañeros fueron las expresiones más comunes entre los escolares que ayer retornaban a las aulas.

La vuelta al cole se registró con normalidad absoluta y con las obras de mantenimiento realizadas por el Concello en los colegios de la ciudad totalmente concluidas. Igual ocurrió con las actuaciones de mayor envergadura asumidas por la Consellería de Educación que han permitido que los alumnos de algunos centros los encontrasen con una imagen renovada.

La jornada no fue tan lúdica para los padres. Tras las dificultades de conciliación que para ellos supuso la temporada estival, ayer volvían a cuadrar horarios para acompañar a los escolares en el inicio del nuevo curso.

Una madre explicaba a las puertas del colegio Campolongo que modificó su turno de trabajo para disponer de la mañana libre y llevar a su hijo al colegio. No es un caso aislado. La mayoría de las familias tendrán que adaptar su rutina a los horarios escolares. Las vacaciones se acaban también para los abuelos, que superada la prueba del primer día recuperarán su papel de apoyo encargándose de la cotidiana tarea de atender a los nietos, facilitando así la conciliación laboral, un término que ayer generaba ironía entre las madres.

"¿Conciliación? De eso habría que hablarles a las empresas. La única opción que tenemos es la reducción de la jornada laboral, pero eso supone una importante pérdida del salario", explicaba una madre que, ante esta situación opta por tirar de los abuelos. "Tengo mucha suerte de tener a mis padres a mi disposición para atender a los niños. No sé cómo podría resolver esto sin ellos".

Peor todavía es la situación para los padres de alumnos de Infantil en las escuelas públicas. Durante las próximas semanas los escolares se regirán por un método de adaptación que va incrementando paulatinamente su estancia en las aulas. "Hemos tenido que reservar vacaciones para esta quincena para estar pendientes de los horarios de la niña, que empieza con una hora de clase y tenemos que traerla a las 10.00 horas y recogerla a las 11.00 horas". En esta misma situación están las familias de los 75 alumnos que ayer comenzaban sus estudios de Educación Infantil en el colegio Concepción Crespo Rivas, así como los 2.400 que cursarán esta primera etapa formativa en la ciudad.

En el colegio de Ponte Sampaio, su director, Avelino Cabaleiro, recibía ayer uno a uno a cada alumno del centro, permitiendo posteriormente que las familias accediesen al centro y se acercasen a las aulas para conocer a los tutores de sus hijos.

Este centro escolar ha registrado este año un incremento en la matrícula del 10%.