Una protesta laboral de los funcionarios de la Policía Local de Pontevedra llevó al alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, a suspender hasta en dos ocasiones el pleno municipal celebrado durante la mañana de ayer. Los agentes impedían con sus comentarios y chascarrillos el normal desarrollo del debate.

El alcalde ordenó una primera suspensión del pleno a los diez minutos de comenzar la sesión, ante los continuos comentarios en voz alta -en su mayor parte despectivos hacia los concejales-, lanzados desde el patio de butacas por parte de los funcionarios. Acababa de tomar posesión el nuevo edil del grupo popular, Gerardo Pérez Puga, en sustitución de Jacobo Moreira, y los agentes hacían bromas en voz alta sobre el desarrollo del acto.

La segunda suspensión fue ordenada por el alcalde a media sesión, ante nuevas interrupciones de los agentes a los ediles que intervenían en el debate. En esta segunda interrupción, el alcalde ordenó a los agentes de Policía que se encontraban de servicio que identificasen a quienes hacían comentarios e interrumpían la sesión.

Tras este incidente, nuevamente protestado por los funcionarios, éstos decidieron abandonar el pleno permitiendo así que la sesión continuase con normalidad.

El motivo de la protesta, que antes de comenzar la sesión desarrollaron también a las puertas del Teatro Principal en el que se celebran los plenos de Pontevedra, es una reivindicación salarial.

Los funcionarios acusan al gobierno municipal de Pontevedra de negarse a negociar su nuevo convenio y de presionar a los agentes quitándoles días de descanso, al margen de cobrar por debajo de su categoría profesional, según afirman.