Así las cosas, y tras estas diligencias de investigación que resultaron más o menos estériles, la Comisaría mantiene viva policialmente una investigación en la que, tal y como señaló recientemente el ya excomisario Manuel Bouzas, "se hacen cosas todos los días".

La aparición de nuevas pistas o indicios permitirían la reapertura de la causa judicial, cuyo archivo ratificó recientemente el juzgado de instrucción número 3 de Pontevedra. Lo hizo en respuesta a un recurso interpuesto por la acusación particular que ejerce la familia de Sonia y en la que se alegaba contra el archivo de un caso cuyas diligencias eran secretas. Argumentaban que el archivo no era posible sin levantar este secreto de las actuaciones a las partes. El juzgado ratificó su decisión al argumentar que se alzó el secreto de las actuaciones (a las que ya van accediendo las partes) para después decretar el archivo provisional. Un auto en el que ya se advertía, en todo caso, que el caso podría ser reabierto en cuanto apareciesen nuevas pruebas y a la espera de los resultados de dos informes de ADN a los restos orgánicos hallados en San Mauro, aunque se cree que puedan ser de origen animal. Este archivo todavía se puede ser recurrido ante la Audiencia Provincial.