Una exdirectora y exsecretario del instituto Illa de Ons de Bueu, J. D. D. C. y J. I. G., aceptaron esta mañana en la Audiencia Provincial de Pontevedra una condena de dos años de prisión y seis de inhabilitación para ejercer como directora o secretario en un centro docente, por un desfalco en las cuentas del insituto. La sentencia que se dictará ahora también obligará a ambos acusados a devolver a la Xunta los 17.276 euros que en total utilizaron de la cuentas del centro educativo para gastos personales, como compras en supermercados, pagos durante un viaje a París y adquisiciones privadas en tiendas y zapaterías de Pontevedra.

Este caso se cierra sin necesidad de que se celebrase esta mañana la vista oral, sino con un acuerdo de conformidad que ya llegaba pactado desde la Fiscalía por lo que los dos acusados tan solo tuvieron que rubricar el acuerdo y la asunción de las penas esta mañana en un despacho de la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra. Ahora serán condenados por un delito continuado de malversación de caudales públicos en concurso con otro delito de falsificación de documento público.

La acusada fue directora del centro entre enero de 2012 y junio de 2015 y disponía de una tarjeta asociada a la cuenta bancaria del instituto que tenía como única finalidad sufragar los gastos que generase el centro. Por su parte, el secretario debería "elaborar un registro contable de ingresos y gastos, función que desempeñaba bajo la supervisión de la directora". Sin embargo, según el relato del fiscal ratificado por los dos acusados, la directora "dispuso para su propio uso de fondos del instituto". Así, en su escrito relata que entre marzo y diciembre de 2013 retiró o realizó gastos con esta tarjeta en supermercados de Pontevedra, o legó incluso a realizar pagos de compras personas en un viaje que realizó con el centro escolar a la capital francesa. También hay pagos en zapaterías y otros comercios en la ciudad del Lérez. El fiscal considera que el secretario, por su parte, omitía en el registro contable estos gastos o los disimulaba para que las cuentas fueran aprobadas por la Comisión Económica del Centro.

De hecho, el fiscal también explicaba que los dos acusados lograron que una librería de Bueu les emitiese tres facturas por distintos importes sin que se efectuase la compra de ningún material y que tenían como objetivo justificar estos gastos privados de la acusada.