Unas horas han durado las luces provisionales que la Xunta de Galicia ordenó instalar ayer sábado por la tarde en el puente de A Barca. La empresa adjudicataria de los trabajos en el viaducto, Civis Global, informó esta mañana a la Consellería de Infraestruturas de que la mayoría de ellas habían sido robadas, por lo que la construcción vuelve a estar a oscuras.

En un acto de incivismo monumental, que deja de nuevo a los vecinos a tientas, los ladrones se han llevado la mayoría de las lámparas, alimentadas por energía solar, especialmente las que estaban sujetas en los restos de la antigua estructura vertical de la marquesina. Algo más de suerte han tenido las que fueron colocadas por los operarios en los guardarraíles con el fin de guiar los pasos de los peatones. Quizá jugó en su favor que al tratarse de un sistema provisional habían sido sujetadas con bridas, lo que ofrecía cierta facilidad para sustraerlas.

El robo perjudica, además de a la empresa, que, tal y como informó la Xunta a FARO, lo denunciará ante la Policía Local, sobre todo a los vecinos de Pontevedra y Poio que utilizan el puente a diario. Ellos mismos habían manifestado su malestar porque la Xunta no había previsto que este quedase a oscuras, por lo que la administración autonómica dio orden ayer mismo a la empresa. Sin embargo, la satisfacción de que sus protestas fueron escuchadas con cierta celeridad les duró bien poco. Ahora queda saber qué medida tomará la Xunta para poder paliar el problema, ya que las obras durarán meses y dejar la infraestructura a oscuras tanto tiempo conlleva peligrosidad para el tránsito peatonal.