Los varamientos de tiburones y cetáceos registraron una cifra récord durante el pasado agosto en aguas gallegas. Los expertos de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) contabilizaron un total de 63, cuando la media desde la década de los 90 durante el mismo mes estaba en 12. Una de las razones que explican este aumento es que en los últimos años también se contabilizan los ejemplares de quenllas o tiburones azules que aparecen en las playas o son pescados accidentalmente, pero aun así las cifras de delfines y otros cetáceos son muy elevadas.

"La tónica general de estos últimos años consistía en un pico de varamientos entre febrero y marzo, un descenso durante el verano y un ascenso progresivo hasta final de año. En los meses de invierno podía haber entre 70 y 80, y en agosto bajaban hasta una media de 12. Pero ya en 2017 esa caída fue menor y este verano ni siquiera se produjo. La hipótesis que barajamos es que este aumento se debe a que la primavera se retrasó y, con ella, la riqueza biológica. De esta forma, coincide con la del verano y hay mucho alimento disponible en la plataforma. Por eso también hay tantos avistamientos de golfiño común este verano que penetran en las rías", explica Alfredo López, de la Cemma.

De los 63 ejemplares recuperados sin vida, 50 pertenecían a tiburones azules - Prionace glauca -, cuya presencia en las Rías Baixas y el resto de Galicia también ha ido en aumento durante los últimos años. Un fenómeno que también están investigando los biólogos de la Cemma junto con Gonzalo Mucientes, David Villegas, Alexandre Alonso y Toño Maño.

"Casi cada día recibimos un aviso de observación de quenllas. Ahora es más habitual que las pesquen de forma accidental en lugar de avistarlas en las playas", añade.

La abundancia de alimento en la plataforma podría ser contraproducente para tiburones y cetáceos si eso los hace más vulnerables a la captura accidental. "Hay que estudiar si se trata de un fenómeno puntual o si tiene relación con el cambio climático y se va a mantener, pero para eso hacen falta series muy largas en el tiempo para poder relacionar unos hechos con otros. El golfiño común - Delhinus delphis- es muy abundante, pero si esta situación se mantiene podría haber un riesgo para las poblaciones. El año pasado hubo más de 20 varamientos de arroaces - Tursiops truncatus- y la toniña - Phocoena phocoena- ya está en una situación delicada", expone.

De ahí la importancia de desarrollar controles anuales. La Cemma tuvo que interrumpirlos en 2011, cuando sumaba 125 embarques, por la falta de ayudas económicas, pero en agosto inició una serie de campañas de observación de cetáceos abiertas a la participación ciudadana que ya acumulan lista de espera.

"No nos esperábamos la respuesta espectacular que hemos tenido. Estamos muy sorprendidos y agradecidos porque los voluntarios ayudan a financiar el coste del embarque. Vamos a continuar con salidas hasta finales de mes e intentaremos que todos los inscritos participen por lo menos una vez, pero tenemos 120 plazas en las dos embarcaciones, Nergha y Chasula, y 250 apuntados", comenta.

Las expediciones, con salida desde Vigo y O Grove, son las únicas autorizadas actualmente en Galicia por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y los voluntarios reciben una interesante formación. "Hacemos una labor de educación ambiental a bordo durante todo el día", apunta López. La expedición que tenía previsto partir hoy desde el muelle grovense ha sido anulada a causa de la meteorología adversa y pospuesta hasta el sábado.