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El arte de respirar la vida

Boa Vida trabaja el voluntariado en su escuela de verano para su proyecto de reciclaje textil

Los voluntarios participaron ayer en un ejercicio de respiración y meditación interior. // Rafa Vázquez

Ser voluntario de una asociación sin ánimo de lucro no es tarea fácil. Si además se trabaja en el ámbito de la exclusión social la cosa se complica.

Por ello, cada año, el colectivo Boa Vida organiza una escuela de verano en la que se trabajan diferentes aspectos, fijándose sobre todo en la gestión de determinadas emociones que contribuyan a lograr el objetivo individual y colectivo.

Respirar la vida es un arte. Así lo descubrieron ayer la veintena de voluntarios que acudieron al curso organizado por Boa Vida. Y para aprender a dominarlo es necesaria una transformación interior, imprescindible para todas aquellas personas que están en situación de pobreza.

Pepa Vázquez, presidenta de Boa Vida, está convencida de que siempre hay un momento en la vida en el que es necesario "mirarnos nós, mirar cara adentro, pechar os ollos". Durante más de una hora los participantes en la actividad lo hicieron y respondieron a preguntas internas acerca de qué debería cambiar en su entorno y cómo sería la vida tras ese cambio.

"Traballar na exclusión non é tarefa fácil. A veces desesperas. Pensas que a vida debería ser doutro xeito. E seguramente é certo, pero as cousas son como son e hainas que aceptar. Deixar de instalarse na esixencia é o primeiro paso para iniciar o cambio que precisamos nas nosas vidas", apunta Pepa Vázquez.

Sobre estas cuestiones versó la parte más emocional de un taller que tuvo también un apartado mucho más práctico y centrado en los beneficios que tiene ser voluntario en un colectivo como Boa Vida, tanto a nivel individual como colectivo.

Recibir cariño y atención y formar parte de un colectivo con capacidad de transformación social fueron los argumentos más repetidos entre los asistentes para formar parte del voluntariado en la asociación pontevedresa. Apareció también la motivación económica.

Cabe recordar que Boa Vida gestiona un presupuesto anual que supera los 100.000 euros y que su actividad de reciclaje textil ha permitido abrir una tienda en Santa Clara y un almacén en la carretera de Vigo, así como consolidar dos puestos de trabajo.

"Foi moi interesante que saira este tema porque nos permitiu poder marcarnos como reto colectivo seguir xestionando de forma ética e sustentable o noso orzamento anual, e seguir a xerar postos de traballo". Para Pepa Vázquez la incidencia de la asociación en las economías particulares de quienes se acercan a Boa Vida no está en cuestión.

La proyección del cortometraje "Marxes", visionado en el Festival de Cans, y que aborda la pobreza, ofreció los testimonios de varias personas de Pontevedra cuya situación económica registró una evolución favorable gracias al respaldo de Boa Vida.

"Si teño que facer un balance non podería ser mellor. Creo que foi a mellor escola de verán dos últimos anos. Tivemos unha familia que veu participar que nos dixo que a reciclaxe textil lle permitiu recuperar a dignidade", concluye Pepa Vázquez.

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