Nueva e impactante acción en defensa de la sanidad pública. El músico Luis Emilio Batallán, médico de familia en Moraña abocado a la jubilación forzosa en el año 2013 a raíz del decreto de la Xunta que impidió la prórroga de la carrera de los facultativos más allá de los 65 años, se encuentra en plena huelga de hambre. Lo hace para denunciar la política "austericida" del presidente del gobierno autonómico, Alberto Núñez Feijóo.

"Llevo años esperando, la justicia es lenta y los recortes en la sanidad siguen. Yo soy una víctima de ellos, igual que más compañeros. Nos echaron a 600-700.Fue un ERE encubierto, por lo que dicen las sentencias de Valencia y Aragón. Fue una trampa", asegura.

"El otro día murió un paciente en A Estrada, los médicos y el personal están mal pagados, se favorece descaradamente a la sanidad privada con dinero público? Están privatizando la medicina y dejando a la sanidad pública por el suelo. Es lo que está haciendo este burócrata austericida sin alma que es Alberto Núñez Feijóo", se lamenta el médico, que añade que esta decisión "es una postura de dignidad personal contra esta persona que está haciendo estas barbaridades y haciéndolo pasar muy mal a los compañeros y a los enfermos, que son los más importantes".

El caso de Luis Emilio Batallán se encuentra actualmente pendiente de sentencia en el Tribunal Supremo desde hace un año y medio. Se inició en la fase administrativa en julio de 2013 y de ahí se presentó la demanda en el Tribunal Superior de Xustiza de Galiza en septiembre de 2014.

El músico visibiliza su huelga en la sede del Colegio de Médicos de Pontevedra, en la calle Echegaray. En una sala de espera del interior ha improvisado una cama con varios asientos. Solo dispone de agua y alguna medicación. Es consciente, debido a sus conocimientos médicos, de que no podrá prolongar su protesta física más allá de dos semanas.

Ha decidido iniciar esta protesta "porque la Justicia está manipulada". "Me tumbaron el recurso en el TSXG y después me enteré de que el presidente del tribunal daba cursos pagados por la Xunta. Es una manipulación de la Jusitica descarada. Ahora espero que no pase esto en el Supremo, pero me consta de que hay intentos de presión", informa. "Aquí hubo una cierta dejadez de los médicos y de los sindicatos, por eso quiero reaccionen y se pongan en su sitio y obliguen a esta gente a dejar los recortes".

Batallán tiene ahora 68 años, con lo cual una sentencia favorable todavía permitiría su incorporación a la medicina de familia. "Pero no es solo esa cuestión, se trata de que el poder político de Feijóo llega a todos los lados. Yo me he plantado y es una batalla personal contra el abuso de poder y por mi dignidad", resume.

El Sergas responde

El Sergas ha salido al paso de estas declaraciones para afirmar que Batallán no defiende la sanidad pública sino "intereses particulares". Y manifiestan que desde la Consellería "siempre se ha respetado la legalidad" y que este médico "se jubiló en agosto de 2013". Hasta ahora, añaden, "los tribunales nunca le han dado la razón". Pendientes del fallo del Supremo, desde el Gobierno gallego afirman que "acatarán" la sentencia cuando esta se publique, sea cual sea.

Sanidade estudia ampliar la edad de jubilación de los médicos hasta los 68 años. En 2015 se dio el primer paso y desde mayo de 2016 los facultativos pueden prorrogar su actividad hasta los 67. Sin embargo, ninguna de estas medidas benefició a Batallán ni a los médicos que ya se habían jubilado anteriormente, incluso sin ser este su deseo. La Consellería ha reconocido en varias ocasiones las dificultades para encontrar relevo en algunas especialidades como Pediatría.