La conocida como "procesión das antorchas" de A Ínsua en Ponte Caldelas fue el punto culminante, como cada penúltimo sábado de agosto, a las fiestas en honor de la Virxe das Dores de esta parroquia.El acto mezcla tradición y cultura y volvió a contar con la presencia de numerosos vecinos, incluido el alcalde Andrés Díaz.

Los vecinos de esta parroquia, en coordinación con la comisión de fiestas, pasa varios días elaborando las numerosas alfombras florales del recorrido, que tan solo pisan las autoridades religiosas y los portadores de la imagen. A estas alfombras se sumaron este año varios hermosos tapices en el atrio con las patronas de cada uno de los cuatro lugares que conforman esta parroquia de A Ínsua.

La procesión transcurre iluminada por las pequeñas antorchas que portan sus participantes y los que se colocan también en los muros y fachadas de las viviendas, que se engalanan de forma especial para este día. El paso por la presa de riego, también adornada de flores y velas, es uno de los momentos más destacados y de mayor belleza.

Otra característica de este evento es el importante esfuerzo físico que realizan los portadores de la imagen. Aunque los más preparados aguantan todo el recorrido, son habituales los relevos especialmente en la cuesta situada antes de la parada en el centro del pueblo. Y es que la procesión salió a las diez de la noche y no regresó a la iglesia hasta cerca de la medianoche.