Las atracciones y la fiesta siempre han ido de la mano. Y es que todo el mundo se ha subido a alguna al menos una vez, ya sea saltando en unas camas elásticas o conduciendo los coches de choque.

Lo que antes era un negocio rentable para los feriantes se está convirtiendo en una preocupación constante. Y es que los dueños de las atracciones ven que cada vez viene mucha menos gente a disfrutar de las diversiones que ofrecen en la fiesta.

Alfredo Camarero, dueño de Camarero Bumper Cars, los conocidos coches de choque, afirmaba que "desde hace 5 o 6 años, la bajada de clientes ha sido de entre un 40 y un 50%". Él achacaba este descenso a la crisis económica que azotó a su sector y de la que no consiguen remontar.

El calor es otro de los problemas al que los feriantes le echan la culpa. Alfredo Camarero aseguraba que "la gente en vez de venir a las seis de la tarde, viene hacia las nueve o las diez. Los días que estuvo nublado se notó algo más de gente, pero cuando volvió a salir el sol la afluencia volvió a bajar".

Haciendo balance con otros años otros feriantes afirmaban que "veo este año muy flojo, pero creo que es porque hace mucho calor y la gente tiene ganas de playa", afirmaba Diego Sánchez, dueño de la Noria Sánchez, presente en las fiestas de A Peregrina durante más de una década.

Además, también añadía que "por la noche sí que viene gente, aunque no la misma que en años anteriores. Sin embargo, por la tarde no viene nadie".

Este problema también está presente en las atracciones dedicadas a los más pequeños de la familia. "Veo que esto está fatal. Mal no, muy mal". Así definía la situación Emilio Fernández , dueño de Lagolandia.

Entre ellos se albergaba alguna esperanza de que el pasado miércoles, día festivo en la ciudad, viniese más gente a disfrutar de las atracciones y de la fiesta. Pero nada más lejos de la realidad. Emilio Fernández aseguraba que "está viniendo más gente casi los días de diario que los días festivos. Ahí está el problema".

Se prefiere la playa

Con respecto a este tema, María Antonia Díaz, dueña de las camas elásticas, sentencia que el día festivo fue "el peor día de la Peregrina" para ellos, ya que la afluencia de gente en las atracciones fue la más baja de toda la semana.

Al igual que otros feriantes, ella también achaca este problema a la crisis y al calor presente durante estas fechas ya que "si hace calor la gente se va a la playa, no viene aquí, evidentemente".

Esta situación preocupa mucho a los feriantes, que viven con la incertidumbre de si al final de las fiestas podrán sacar beneficios.