Una joven de 28 años de edad y embarazada necesitó ayer atención sanitaria tras ser agredida en el transcurso de una discusión que se produjo en el mercadillo de Marín.

Los hechos ocurrieron a media mañana, cuando la vecina de Marín dejó su perro atado, un bulldog inglés, a la puerta de un establecimiento comercial en la calle del Sol mientras se disponía a adquirir una barra de pan.

Testigos presenciales aseguran que varios niños se acercaron al animal para jugar, facilitando que éste se soltase y empujase a uno de ellos, que al parecer se asustó y cayó al suelo, golpeándose la cabeza.

La madre del niño herido, vendedora ambulante del mercadillo, se dirigió a la propietaria del perro golpeándola hasta tirarla al suelo. Familiares de la mujer agredida aseguran que recibió patadas y bofetadas mientras permanecía en el suelo hasta que fue auxiliada por otras personas que estaban en el mercadillo, que le permitieron refugiarse en el interior de un establecimiento comercial hasta la llegada de la Policía Local.

Hasta allí se acercó Sinaí Giménez, del clan de Los Morones, al parecer vinculado familiarmente con la vendedora ambulante que golpeó a la marinense. Familiares de la víctima aseguran que se interesó por su salud y se disculpó por lo ocurrido.

La Policía Local requirió en un primer momento la presencia deuna patrulla de la Policía Nacional, que carecía de medios para desplazarlos al mercadillo, lo que obligó a los agentes locales a hacerse cargo de la situación.

Sin embargo, en el momento en el que se personaron en la calle del Sol ya no pudieron identificar a la agresora, que se había ausentado de la zona, por lo que no será hasta el próximo jueves cuando la Policía Local trate de localizar a la mujer que golpeó a la marinense.

Los agentes que atendieron a la joven le ofrecieron en un primer momento asistencia sanitaria a través del 061, que la mujer declinó al considerar que no la necesitaba.

Sin embargo, una vez en su domilicio y teniendo en cuenta su estado de gestación, la joven, pertenenciente a una conocida familia de armadores que opera en el puerto de Marín, decidió acercarse al centro médico, desde donde la trasladaron al Hospital Provincial, recibiendo el alta a las pocas horas, formalizando la pertinente denuncia ante la Policía Nacional.

Según indicó ayer el concejal de Tráfico de Marín, Francisco Estévez, la madre de la niña que se cayó asustada por el perro, presentó también denuncia. Al parecer la caída provocó un golpe en la cabeza a la menor.