Más de la mitad del número de contratos de trabajo formalizados el año pasado en el municipio de Pontevedra correspondieron a personas con estudios secundarios. Fueron 19.283 respecto a 33.506, es decir, un 57,5 por ciento. Son más de cuatro veces más que los que se hicieron a universitarios, 4.731, tan solo un 14 por ciento del total.

Esto sitúa a Pontevedra, según los datos facilitados por la Consellería de Emprego, en los dos últimos puestos entre los siete grandes concellos gallegos en nuevo empleo a trabajadores con estudios superiores. La peor parte se la lleva Lugo, donde incluso esa diferencia es algo mayor, puesto que en la ciudad amurallada es 4,26 veces más: 5.460 universitarios frente a 23.307 personas con estudios secundarios.

El resto de capitales y grandes municipios cuentan con mayores porcentajes de nuevos trabajadores con carrera empleados, situándose a la cabeza Santiago de Compostela, con un 23,6 por ciento del total de contratados. El segundo puesto lo ocupa, con cierta distancia, Vigo, donde representan el 17,6 por ciento de los contratos registrados en un año.

Recesión económica

También son muy superiores los contratos firmados con personas que solo tienen estudios primarios. Estos duplican a los de universitarios en Pontevedra, ya que el año pasado fueron 8.917. Respecto al total son el 26,6 por ciento.

En cualquier caso, la tendencia no ha sido siempre la misma, ya que ha sido marcada por la crisis de 2008. Hasta entonces, y tomando como referencia los años anteriores, en la capital de las provincia llegó a haber más de 5.000 contratos nuevos en doce meses a trabajadores con carrera universitaria. Fue en el 2007. Desde entonces esa cifra ha ido en caída continua, siendo la mínima la de 2012, cuando se firmaron 3.316. A partir de ahí se han incrementado con carácter anual. Solamente tomando como referencia el año pasado, han aumentado más de un 9 por ciento y todo apunta a que este 2018 volverán a subir.

De manera similar se ha comportado el mercado laboral respecto a los trabajadores con estudios secundarios en la ciudad. Por el contrario, los de estudios primarios comenzaron a estar más presentes para las empresas a partir de la crisis, ya que se pasó de alrededor de 900 nuevos contratos hasta los casi 9.000 actuales, es decir que se multiplicó por diez el número de nuevos trabajadores con este tipo de formación.

Eventuales

Del total de de los contratos registrados el año pasado, cerca de la mitad fueron de tipo eventual, 14.016, la cifra más elevada de las últimas dos décadas.

Les siguieron los de obra o servicio, 11.678, una modalidad cada vez más usada entre los empresarios para mantener a trabajadores más alla del período de tiempo permitido tras agotar el de los contratos de prácticas.

Por el contrario, tan solo el 3,35 por ciento de los nuevos contratos firmados fueron conversiones a indefinidos de trabajadores en activo a través de otras modalidades. Fueron 1.092. A ellos habría que sumar también los que se rubricaron indefinidos para el fomento del empleo, 1.623. Es decir, en total, serían 2.715, el 8 por ciento de los 33.506.

Respecto a los de prácticas o formación, fueron 210 y 98, respectivamente, menos de un 1 por ciento.

Bastante más elevadas fueron las interinidades, 4.140, es un número muy similar al que se registraba cuando comenzó la crisis.

Teniendo en cuenta todos los tipos de relaciones entre trabajadores y empresas, cerca del 97 por ciento de los 33.506 eran contratos iniciales, es decir, 32.414.