-¿Qué le parece que la seleccionaran para este premio?

-Me cogió totalmente por sorpresa, no me lo esperaba; pero me emocionó que se hayan acordado de mí porque eso supone también un reconocimiento al trabajo de estos últimos 30 años.

-¿Cuánto tiempo lleva usted viviendo en Pontevedra?

-Es cierto que nací en A Coruña. No soy una "PTV" pero sí soy de Pontevedra para toda la vida. Llevo aquí 20 años y mis dos hijos ya nacieron aquí. Adoran esta ciudad exactamente igual que yo y no se nos ocurre un sitio mejor en el que pudiesemos vivir. Aquí fundé el equipo de investigación y pude disfrutar hasta ahora de una etapa con muchos éxitos en el campo de la investigación. Me siento muy vinculada a Pontevedra, por eso es especialmente importante recibir el reconocimiento de la ciudad en la que vives.

-¿Cree que se valora suficientemente el trabajo de un cientíico?

-Damos pasitos muy pequeños de una forma muy lenta. Se necesita mucho tiempo para confirmar cada eslabón y no siempre transciende lo que hacemos. El sector con el que trabajamos, el agrario, sabe del trabajo que hay detrás de cada cosa que aportamos.

-¿Eso supone un aporte al premio?

-Claro que sí. Después de 30 años tengo muchas cosas que contar. Son 30 años de investigación para la recuperación y puesta en valor de antiguas variedades de vides autóctonas en vías de extinción y su adaptación a diferentes zonas y su resistencia a plagas y enfermedades. Que se le de valor a todo esto fuera del mundo de la investigación y de la viticultura y que se quiera premiar esa constancia pues sí, para mí tiene un plus de agradecimiento.