Aunque todavía faltan 15 días para que Marín celebre una nueva edición de la Festa Corsaria, el comercio local empieza a notar ya el efecto de este evento, con el que la implicación de la población es cada vez mayor.

Muchos establecimientos ofrecen ya en sus escaparates un abanico de posibilidades para acudir con el atrezzo adecuado a un evento que durante el fin de semana del 17 y 18 llenará de piratas las calles de la villa.

María José García, propietaria de Fíos, asegura que ya ha notado un incremento en las ventas y sobre todo un flujo importante de clientes que se acercan a su tienda para adquirir complementos para ese día. "Desde que comenzó esta fiesta notamos que cada año va a más y que en cada edición son más las personas que se visten para la ocasión".

María José García apunta al precio como un factor clave para que la gente adquiera complementos. "Por un 1,5 euros ya te puedes comprar un pañuelo o una espada, y el resto lo arreglas con maquillaje. También vendemos pegatinas a 1 euro que se ponen sobre una camiseta blanca y ya están ambientados".

Pero en Fíos los clientes entran a por un atrezzo más elaborado. Los disfraces ya confeccionados despiertan interés y los sombreros piratas son el complemento más demandado. "El año pasado se agotaron casi todos los artículos de este estilo. Lo vendimos todo".

María José García reconoce que este año se incrementa también la demanda de telas por metro, con la que los establecimientos de hostelería ambientan sus locales. Lo mismo hacen los comensales que instalarán sus mesas en las zonas autorizadas por el Concello, y que también están obligados a decorar con motivos piratas.

Algo similar le ocurre a Fina Barreiro, propietaria de la tienda Enxoval. Reconoce que cada año se incrementan las ventas de artículos vinculados a la Festa Corsaria, aunque asegura que el calor de estos días invita a posponer las compras "porque aun queda mucho tiempo".

Preparativos

Segura de que venderá toda la mercancía, Fina Barreiro preparaba ayer diversos artículos con los que ambientar su escaparate, porque se trata de que comerciante, administración y ciudadanos cierren filas en torno a una fiesta con la que todos se identifican.

Y el Concello no ha escatimado esfuerzos para conseguir que esta quinta edición del evento sirva para cerrar una consolidación definitiva.

Ha convocado concurso de escaparatismo, de fotografía y de diseño y ambientación con premios en metálico en los tres casos. El objetivo está claro: incentivar a todos los sectores para que los días 17 y 18 Marín se vuelva corsaria sin dudarlo.