Las Cíes mantienen su embrujo. La joya de Illas Atlánticas recibió a más de 63.000 personas durante el mes de julio entre usuarios que optaron por pasar un día (55.161) y campistas (8.645). El dato es sensiblemente inferior al de los años precedentes, cuando la cifra llegó a alcanzar los 76.000 visitantes en 2016. La meteorología cambiante de las últimas semanas y el sistema de control impulsado por la Xunta para evitar la sobreventa de billetes por parte de las navieras son dos de las causas que justifican este ligero descenso.

La nueva herramienta obliga a todas aquellas personas que quieran conocer las Cíes a obtener un permiso nominal para una fecha concreta. Una vez conseguido, disponen de dos horas para adquirir un billete con alguna de las navieras que operan la ruta. De no hacerlo en ese periodo de tiempo la autorización queda anulada y a disposición de otro usuario. Esa franja de tiempo entró en vigor el pasado 1 de julio. Antes, durante mayo y junio, los interesados podían hacerse con el mencionado permiso y esperar varios días para comprar el boleto. Durante el primer semestre del año viajaron al archipiélago más de 50.000 personas.

Si julio fue un mes razonablemente bueno en términos de visitantes, agosto apunta a ser todavía mejor. La Xunta ya emitió más de 47.000 autorizaciones para los próximos 30 días, de las que 8.232 pertenecen a los usuarios del camping. La demanda es elevada y hasta el próximo día 15 tan solo hay una jornada con plazas disponibles para aquellas personas que quieran ir y volver en el día (ayer al cierre de esta edición quedaban algo más de un centenar de sitios para el domingo 12). Las reservas en el camping, que previsiblemente reducirá su aforo cuando entre en vigor el nuevo Plan Rector de Uso e Xestión (PRUX) del Parque Nacional, no se realizan a través del sistema de control autonómico.

Una de las novedades que entró en vigor el 1 de julio es la posibilidad de que los visitantes puedan obtener su autorización y billete para cualquier fecha hasta el final de verano.