El calor no dará tregua en las Rías Baixas al menos hasta el próximo domingo, lo que ha llevado a activar la alerta naranja. La comunidad autónoma comenzó ayer a sufrir los efectos de una masa de aire cálido procedente del norte de África y la repentina, pero anunciada, subida de temperaturas dejó una máxima en Pontevedra, según Meteogalicia, de 33 grados centígrados. A partir de hoy el aumento será continuo, de modo que se espera en la ciudad capitalina una máxima de 36 grados.

El día más duro en este sentido será mañana viernes, cuando se espera superar los 38 grados en las Rías Baixas. Las mínimas esa jornada serán de 22.

Ya el fin de semana comenzarán a bajar las temperaturas, que en Pontevedra oscilarán entre los 19 y los 36 grados centígrados el sábado, mientras que el domingo se moverán entre los 18 y los 31. A partir del lunes, 6 de agosto, la situación se normalizará, con máximas de 27 grados.