Mientras la población envejece, y se jubila, y la natalidad se reduce, la comarca ha llegado en esta mitad del año a una de las mejores cifras de la última década en cuanto a vecinos afiliados a la Seguridad Social. Algo más de un tercio de toda la población cuenta con un trabajo vinculado a algunos de sus regímenes. En concreto son 65.042 afiliados, 2.500 más que hace un año, cuando apenas se llegada a 62.600.

Mientras el Gobierno central contabiliza en sus estadísticas todos los trabajadores que tienen su empleo en un municipio, el IGE registra los vecinos empadronados dados de alta. Esto explica que en el primer caso Pontevedra cuente con unos 40.000 afiliados, pero en el segundo son 28.500. La razón es que en la capital trabajan muchos residentes en otros municipios.

Los 28.544 registrados por el IGE a orillas del Lérez en junio de 2018 son mil más que los anotados hace justo un año, un 3,7% más, un aumento que es general en todos los municipios de la comarca, si bien con porcentajes más altos en Caldas, Moraña, Portas, Marín, A Lama, Poio o Ponte Caldelas.

En Marín se pasó de 7.250 a 7.583 afiliados en un año y en Poio los 5.974 de junio de 2017 son ahora 6.283. Por su parte Caldas tiene 3.668, 214 más que hace un año.

Sanxenxo aumentó un 3%, de 6.472 a 6.667, pero en Vilaboa, Cerdedo-Cotobade o Cuntis apenas se ronda el 1%.