El Sergas acaba de adjudicar, después de varios meses de tramitación, el suministro y montaje de una segunda unidad de resonancia magnética para el hospital Montecelo. La empresa seleccionada es Construcciones Orego, con una oferta económica de 455.292 euros, un 12% menos del presupuesto inicial.

Esta adquisición llega después de una preocupante escalada en el tiempo que deben aguardar los pacientes por estas pruebas diagnósticas. Si hace un año la demora media era de 33,6 días, seis meses después, en diciembre de 2017 ya se elevó a las 35,8 jornadas, mientras que en la actualidad, a 30 de junio de 2018, ese retraso admitido por el CHOP es de 40,8 días. La lista de espera a día de hoy es de 618 pacientes pendientes de una resonancia, cuando seis meses antes apenas superaba los 400.

Esta situación en el Complejo Hospitalario de Pontevedra forzó hace meses al Sergas a adquirir una segunda unidad, que ahora adjudica. Su necesidad es evidente, ya que es la prueba diagnóstica con más retraso en el CHOP y más pacientes en espera, por delante de la ecografía vascular (40,5 días pero solo 84 personas pendientes), intervencionismo por ecografía (35,2 jornadas y 53 pacientes) y ecografía musculoesquelética, con 243 personas que aguardan una media de 28,2 días.

Los 40,8 días de espera por una resonancia magnética revelan que los retrasos no han dejado de crecer en tres años. Así, en diciembre de 2015 llegaron a acumularse 41,2 días de espera media, que bajaron a 26 en junio de 2016 pero seis meses después ya subió a treinta y se situaba casi en 34 en junio de 2017. Eso sí, el número de pacientes integrados en esta lista sí experimenta notables oscilaciones, ya que antes de los 618 registrados oficialmente a día de hoy llegó a haber más de 700 hace un año.

Ante esta situación, y con un único aparato trabajando a tiempo completo, con las necesarias paradas técnicas, el CHOP llegó a instalar una unidad móvil de resonancia magnética en el patio trasero exterior del Hospital Provincial.

El Sergas informó cuando anuncio el inicio del proceso de compra que además de la adquisición de la tecnología necesaria, la actuación incluye "la adecuación de una serie de locales del Hospital Montecelo para la instalación de la nueva unidad, así como la reubicación de estancias servidoras del aparato ya existente en esas instalaciones, emplazado en su planta 1".

Aclara que esta segunda unidad "se enfoca principalmente a los pacientes hospitalizados y en ella se emplazará la zona de espera de camas", mientras que la sala de informes "será compartida para toda la unidad y se situará en una dependencia ya existente" .

Indicaba también el Sergas que "la instalación de la nueva sala de resonancia se situará en la zona inmediata a las dependencias asistenciales ocupadas por la existente, de modo que se integren ambas en una misma unidad funcional que, tras la conclusión de las obras, tendrá una dimensión de 459,25 metros cuadrados. Contará con una sala técnica y una sala de control, nueva zona de recepción para pacientes externos, sale de espera y aseos".

De esos casi 460 metros cuadrados, las dependencias específicas para los dos equipos de resonancia suponen unos 30 metros cada uno. También decía que en las estancias de la actual unidad "se mantendrá la sala de resonancia y su sala técnica, pero el Sergas prevé ampliar la zona de espera de camas, y crear una sala de estar para el personal médico, además de nuevos espacios para almacenaje, vestuarios del personal y aseos".

En 2017 se realizaron en el Complejo Hospitalario de Pontevedra 8.082 pruebas de este tipo, por lo que la cifra se mantiene estable respecto a 2016, cuando se habían hecho dos más. En el conjunto del área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, el número de resonancias magnéticas bajó a costa de este último hospital, ya que pasó de realizar 1.809 a 1.569. Esto dejó en conjunto 9.651 pruebas frente a las 9.893 del año anterior.