El Sexto Edificio del Museo de Pontevedra inaugurará mañana a las 20 horas la exposición "Coplas de Cego" de José Solla, que podrá ser visitada hasta el 23 de septiembre y disfrutar de las 110 piezas del pintor, que incluyen pintura, dibujo y collage

La muestra fue presentada en la mañana de ayer por el propio artista junto al comisario Ramón Rozas, el director del Museo, Carlos Valle, y el diputado de Cultura e Lingua, Xosé Leal.

En esta exposición se hace un recorrido por las distintas etapas del pintor, nacido en Marín, desde sus primeras obras en el mundo de la pintura hasta las más actuales.

Ramón Rozas también quiso mostrar dos partes diferenciadas de esta exposición. Por un lado, la serie blanca, lo que el artista llama "idealización de un puerto" en el que retrata diversos paisajes marineros tanto de Galicia como de Mar de Plata. Lo que Rozas ve como que "traballa a partir dun mesmo océano desde as dúas beiras".

Al margen de estas dos etapas, la muestra también incluye obras de los inicios de la trayectoria de Solla en las que aún el artista se está aproximando al oficio de pintor y afinando la pincelada, así como piezas realizadas en materiales diferentes al lienzo. "Son pezas máis sinxelas pero que demostran unha gran capacidade artística", destacó Rozas. Además de las 109 obras que se exponen en las tres salas temporales del Sexto Edificio, tamén se incluirá un mural en la cristalera de la planta baja del edificio, en la que se podrán ver dibujos originales que sirvieron de base a la gran escultura "Inés - Palmira" de la plaza Massó de Bueu. La muestra también incluye un trabajo audiovisual de la fotógrafa Alba Sotelo.

Diferentes etapas

Carlos Valle, director del Museo, apuntaba que la exposición "debe ser visitada con calma e degustando as súas diferentes etapas".

Xosé Leal aseguraba que "xunto coa mostra dedicada a Alejandro de la Sota, son as dúas exposicións máis relevantes este ano no Museo".

El artista, José Solla, decidió ponerle este nombre a su exposición porque le recordaba a su niñez en las fiestas de Pontevedra.

Él mismo contaba que venía con su abuela y siempre veía a un ciego cantar historias. Él siempre quiso comprarle uno de esos cuentos, aunque su abuela siempre se negaba.