El monumental atasco de tráfico registrado ayer en los accesos a la playa de A Lanzada fue el más grave pero no el único. La mayor parte de viales que conducen a los arenales de la comarca registraron una inusitada densidad de tráfico que provocó retenciones en la variante de Marín, la PO-308 a su paso por Poio, el corredor do Morrazo (tanto en la zona con dos como con cuatro carriles) y en todo el Salnés, como en el puente de la Illa de Arousa.

Arenales llenos

El de ayer fue un fin de semana propicio para acudir a la playa en un mes de julio en el que la climatología no ha acompañado en exceso a los turistas. Temperaturas en torno a los 30 grados y domingo de verano fueron los ingredientes básicos del éxodo masivo a la costa, que se pudo comprobar en todos los arenales de la ría, totalmente llenos. A media mañana ya resultaba imposible encontrar un hueco en Silgar.