El verano es tiempo de sardina y la sociedad la demanda. Sin embargo, en una época de temporada alta para la pesca de este ejemplar, el plan de gestión nacional del Ministerio de Pesca, prescrito por la Unión Europea, ha hecho que su captura permanezca prohibida durante prácticamente todo el mes de julio hasta agosto.

Esta veda en plena temporada alta de sardina se debe a que la ley impone una cuota máxima de captura de este pescado por período trimestral. Y la de este actual, ya se ha alcanzado.

En total, a nivel anual, es de 124 toneladas a repartir entre las 63 cofradías que se distribuyen a lo largo y ancho de las costas gallegas.

Sin embargo, las flotas no pueden elegir cómo distribuirse estos kilos permitidos de pescado por lo que, a día de hoy, muchas embarcaciones permanecen amarradas a puerto sin otra opción que esperar a que los días pasen y agosto, con su nueva cuota, llegue pronto.

Aunque como solución opuesta a dejar pasar los días se abre en el horizonte una reunión que el próximo martes se celebrará en Madrid entre la Federación Galega de Cofradías y el propio Ministerio.

El sector del mar buscará hacer fuerza para que la administración permita un adelanto de la siguiente cuota ya para este período y, de este modo, poder volver a pescar la sardina en momento de máxima demanda, en el que se le puede sacar una rentabilidad económica mucho mayor que en cualquier otra época del año.

"Es algo que se ha hecho en multitud de ocasiones. No se trata de pescar más kilos de los permitidos, sino de poder pescar en las épocas de más demanda y rentabilidad", explica el patrón mayor de la Cofradía de Portonovo, José Antonio Gómez.

En la misma línea de exigencia se mueve Iago Tomé, su homólogo en la agrupación de Raxó. Para Tomé, la administración no puede poner en las ruedas más palos de los que los marineros ya tienen: "Esta veda nos trastoca todos los planes. Pedimos que nos adelanten la cuota".

Trabajadores parados

El patrón mayor pone el foco en los problemas añadidos, como el repunte de la toxina o la poca cantidad de otros ejemplares de pesca: "Los trabajadores de nuestra cofradía están prácticamente parados a día de hoy. Solo tenemos funcionando cuatro o cinco barcos".

Tomé explica que el cierre de los bancos marisqueros por la toxina es algo "lógico" y que "nadie puede controlar". Asimismo, reconoce que el pulpo y la nécora son, actualmente, bienes escasos. "Tampoco hay calamar", añade. Pero completa: "Lo de la sardina no tiene explicación. Primero, porque a día de hoy, por suerte, hay muchísimos bancos. Y luego porque lo lógico es que nos permitan pescarla en el momento más importante del año".