La sequía del pasado año fue dramática para el vecino municipio de Barro que tuvo que recurrir a Pontevedra para que le suministrase cisternas de agua potable y mantener así el abastecimiento.

El alcalde, José Manuel Fernández Abraldes, se reunía ayer con el de Pontevedra para avanzar en una solución a medio plazo que pasaría por una captación de agua del embalse del Pontillón de O Castro. Seria necesaria una canalización de alrededor de cinco kilómetros de longitud hasta un depósito de reserva y disponer de un bombeo potente, unas obras que necesitarían un presupuesto aproximado de 360.000 euros. A mayores, Barro tendría que instalar una depuradora para garantizar la salubridad de unas aguas estancadas que pasarían a la red de abastecimiento municipal.

Para poder ejecutarlo buscará respaldo en Augas de Galicia que, con cargo al canon del agua que cobra a todos los concellos, dispone de partida para obras hidráulicas.

La reunión mantenida ayer con el alcalde de Pontevedra fue de cortesía, al tratarse de agua pública, sin depurar y acumulada en un embalse construido por la Xunta, por lo que Fernández Abraldes no encontró ninguna oposición en Fernández Lores.

La captación permitiría a Barro poder ampliar el número de usuarios de la red municipal de abastecimiento de agua, que ahora cuenta con menos del 30% de las viviendas situadas en el núcleo más poblado. Y es que el resto del municipio recurre a manantiales que, cuando escasean las lluvias, sufren la sequía.

La captación garantizaría también el suministro a los polígonos industriales,

Saneamiento de Curro

Otra de las cuestiones abordadas en la reunión de trabajo tiene que ver con el saneamiento de la zona de Curro, donde se encuentra la estación de la . El alcalde de Barro quiere conectar este servicio al de Pontevedra y en ello han empezado a trabajar los técnicos municipales para determinar su viabilidad.