En mayo pasado se cumplió un año desde la aparición a las puertas de su casa del cadáver de Agustín Chayán Silva, un vecino del lugar de O Apedrado, en Moraña que contaba 83 años de edad. Su cuerpo presentaba innumerables signos de violencia y múltiples heridas por arma blanca. Poco después era detenida como autora de los hechos por parte de la Guardia Civil la hija de la prima del propio Agustín, con quienes residía en la vivienda de O Apedrado. La mujer fue ingresada directamente en la unidad de psiquiatría del Complejo Hospitalario de Pontevedra y desde un primer momento se planteó la hipótesis de que había actuado bajo un fuerte brote psicótico.

Ahora, con la instrucción a punto de concluir, las partes ya tienen sobre su mesa el informe definitivo de los forenses que examinaron el estado mental de la mujer. Su conclusión es que no era consciente de sus actos y tenía afectadas sus capacidades cognitivas y volitivas. Es por ello que fuentes de la Fiscalía confirmaron que en principio la mujer sería inimputable y por lo tanto en su escrito de acusación, que todavía no está presentado, no optarían por pedir medidas de cárcel sino que se solicitaría su absolución debido a esta circunstancia eximente de trastorno mental.

No obstante, esto no impide, a juicio del fiscal, que se tenga que celebrar un juicio en el que solicitará a la Audiencia Provincial que en la sentencia se adopten medidas de seguridad en torno a esta mujer que garanticen que se somete a un tratamiento médico psiquiátrico, que se le realiza seguimiento de dicho tratamiento y probablemente su internamiento en un centro especializado para ello.

Es aquí en donde hay un punto de discrepancia entre las partes, según fuentes conocedoras del caso. La familia considera que con este informe forense ante la inimputabilidad de la acusada ya no sería necesario continuar con el caso en los tribunales y se debería dar por zanjado sin la necesidad de llegar a juicio.

El fiscal del caso, no obstante, insiste en que debe haber juicio y una sentencia que establezca las medidas de control sobre la enfermedad de la investigada. Así las cosas, el caso está ahora pendiente de un recurso que deberá resolver el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia determinando si es necesario celebrar la vista oral, tal y como solicita el fiscal.

La mujer padecía un trastorno psiquiátrico pero al parecer en los días previos al suceso habría dejado de tomar la medicación y el tratamiento que se le indicaba y esa jornada tenía sus facultades anuladas.