Un escape de gas fue la principal causa de la explosión de un velero en Combarro. La embarcación estaba fondeada a unos 50 metros del puerto deportivo y generó un gran estruendo en la villa en torno a las 0.30 horas de ayer, sábado. Su propietario, José L.M., había ido hasta la misma en una barca a remos para comprobar que había dejado todo apagado y cerrado; al no haber nada de luz, encendió un mechero con el que alumbrar, lo que acabó precipitando la fuerte explosión, que se percibió en toda la ría.

El dueño de la embarcación, de 57 años, sufrió varios cortes en la cara y quemaduras en los brazos. En un principio se le llevó al hospital de Montecelo, pero de madrugada se le tuvo que trasladar al Juan Canalejo de A Coruña por la gravedad de sus lesiones. Su mujer también tuvo que ser atendida por sufrir una crisis de ansiedad mientras esperaba a su marido en la orilla.

Efectivos de Protección Civil de Poio, que fueron de los primeros en llegar al lugar del accidente, se sobresaltaron por el fuerte estruendo. "Sentimos la explosión en la base, aquí tembló todo y como por la ventana no se veía nada, salimos rápidamente y, por inercia, porque nos pareció que el ruido venía desde esa dirección, fuimos hacia Combarro. De camino nos avisaron de la llamada de varios vecinos al 112 y ya nos cruzamos con la Guardia Civil, que iba hacia el puerto. Al principio había mucha confusión", explicaron a FARO.

Personal del puerto deportivo fue el que llevó al herido a tierra, que estuvo consciente en todo momento mientras esperaba la llegada de los servicios de emergencias. Una unidad de los Bomberos de Ribadumia también se desplazó al lugar, pero no tuvo que intervenir al estar la embarcación ya hundida.

Querían dormir en el barco

José L.M. tenía todo preparado para pasar la noche en el barco junto a su mujer porque las previsiones meteorológicas eran muy buenas, pero finalmente cambiaron de idea. Después de llevarla a tierra en una barca a remos, volvió al velero para comprobar que lo había dejado todo en orden y fue entonces cuando, por la oscuridad que había, encendió un mechero que provocó la fuerte explosión.

La embarcación, que además la había adquirido hacía relativamente poco tiempo, se hundió rápidamente y testigos del accidente señalaron que el mástil de la vela salió disparado, por lo que las consecuencias podrían haber sido mucho más graves.

Una embarcación de Salvamento Marítimo estuvo recogiendo algunos de los restos del barco y también retiró una bombona que estaba perdiendo gas y que se presume fue lo que provocó la acumulación del fluido en el interior del velero. También se procedió a la instalación de una barrera de contención de hidrocarburos para evitar, en la medida de lo posible, la contaminación por la pérdida de combustible del barco, que se partió por la mitad y cuyo casco quedó totalmente hundido. Los restos del buque fueron completamente retirados a última hora de la tarde de ayer.