La red viaria que accede a O Grove fue ayer una pesadilla. La carencia de autovía hasta el istmo de A Lanzada causa trastornos cada verano, cada vez que el tiempo propicia la afluencia a las playas. Pero lo sucedido esta vez parece haber superado todos los límites. Y todo, se cree, a causa del semáforo instalado en Noalla para dar servicio a los bañistas que quieren acceder al arenal, pues entorpece todavía más la circulación.

Así lo entienden vecinos, políticos y empresarios de la localidad grovense, indignados e irritados con lo sucedido, convencidos además de que "se perjudica notablemente la imagen del pueblo" y dispuestos incluso a organizar movilizaciones o actos de presión para exigir que se acabe con este "trato discriminatorio".

Dirigen sus miradas a la Xunta, a la que culpan por haber instalado el semáforo para que los peatones crucen desde A Revolta hacia A Lanzada. Es un aparato con pulsador que, explican, no tiene tiempo de espera, es decir, que cuando llega un peatón solo tiene que pulsar para que se ponga inmediatamente en rojo para los vehículos, generando formidables caravanas.

Lo atestiguan usuarios que llegaron a estar parados en sus coches media hora, puesto que los atascos afectaron no solo a la carretera del istmo, sino también a la vía rápida de Sanxenxo, entre A Lanzada y la Autovía do Salnés.

"Es el primer fin de semana fuerte y estamos a tope de turistas y bañistas, pero la Xunta nos deja una vez más completamente aislados", proclama el alcalde meco, José Cacabelos, el primero que hace meses, cuando se anunció la colocación del semáforo y cuando empezaron las obras, pronosticó que iba a causar importantes problemas.

Así es, visto lo visto ayer. "A nosotros la Xunta no nos coloca semáforos ni pasos de peatones con badenes en la carretera de San Vicente, Xoán XXIII o Teniente Domínguez, a pesar de que son vías masificadas cada verano, porque dice que no adopta este tipo de medidas en carreteras de su titularidad, y sin embargo puso este semáforo en A Lanzada a petición del Concello de Sanxenxo sin importarle lo más mínimo el enorme daño que causa a los intereses sociales, turísticos y económicos del pueblo grovense".

El primer edil vuelve así a arremeter contra la Xunta. Pero también contra el PP local, "pues está siempre criticando lo que hacemos y poniendo zancadillas pero es incapaz de defender los intereses de sus vecinos exigiendo a sus dirigentes de Santiago la supresión de este semáforo; protestan si hay atascos cuando hacemos obras que benefician al pueblo, pero no hacen nada para defenderlo y aceptan lo que ocurre en Noalla".

Los lamentos de Cacabelos no fueron los únicos que se escucharon o leyeron ayer, ya que en las redes sociales saltaron todo tipo de mensajes y comentarios que transmitían un estado máximo de estupor y enfado.