"No nos podemos quedar de brazos cruzados. Es urgente actuar ante una situación que empieza a ser muy preocupante", indicó el portavoz del grupo municipal del PSOE, Agustín Fernández, tras presentar una moción instando al gobierno local a adoptar medidas para poner en marcha un Plan de Impulso y Activación del Comercio Local.

Explicó que en los últimos tiempos se está acelerando una tendencia que se viene manifestando desde hace años: el cierre de comercios emblemáticos de Pontevedra. "Estamos padeciendo una sangría inasumible para una ciudad en la que el sector servicios juega un papel fundamental. El pequeño comercio genera muchos puestos de trabajo y mucha actividad económica", señaló el portavoz municipal socialista.

Los socialistas reconocen que se están haciendo cosas "pero la realidad muestra que no son suficientes. El gobierno municipal no puede esconderse alegando que no es su competencia. Todos tenemos que colaborar", argumenta Agustín Fernández.

"Los ayuntamientos tienen mecanismos que deben poner en marcha para favorecer la consolidación del pequeño comercio. Se pueden tomar medidas fiscales como ya propusimos los socialistas. Y también se puede llevar adelante una política más activa", añadió.

Agustín Fernández explica que el pequeño comercio se enfrenta a problemas en muchas ciudades. La competencia de las grandes cadenas y las ventas por Internet, han cambiado los hábitos de compra de la gente. Pero el pequeño comercio sigue siendo fundamental para la actividad económica de la ciudad. "Hay que buscar fórmulas para revitalizarlo y darle empuje. Se está haciendo en otras ciudades y en otros países con notable éxito. El modelo de ciudad también pasa por mantener y fortalecer nuestro comercio", añade.

Los socialistas creen por ello que hay que actuar con medidas que modernicen y hagan atractivo comprar en el comercio tradicional de la ciudad. En ese sentido proponen llevar a cabo una auditoría de la situación actual y actuar en cuatro grandes direcciones, como son impulsando la innovación mediante la formación y la modernización del negocio con la implantación de nuevas tecnologías y herramientas comerciales, aplicando nuevas fórmulas de dinamización comercial y, por último, mejorando los entornos comerciales, con la implementación de políticas que favorezcan la apertura de nuevos comercios o ampliación de los actuales: fiscalidad, ayudas directas a la contratación, entre otros.