Fueron muchos los vecinos que ayer mostraron su malestar por el aspecto que presenta la plaza de Galicia, apenas unos días después de su reapertura tras 24 días de cierre para renovar su pavimento con el fin de evitar la acumulación de agua. Algunos se quejaban de que "quedó peor que antes".

Con los chaparrones de estos días regresaron los encharcamientos y el suelo está muy blando. Desde el gobierno local se explicó ayer que "la obra está sin finalizar" pero se decidió reabrir la plaza antes de tiempo para facilitar el tránsito peatonal.

Según sus explicaciones, aún es necesario abrir unas canalizaciones para recoger las aguas pluviales. Con la forma abombada dada a los paseos se comprueba que el agua discurre hacia los laterales, como se pretendía, por lo que ahora se acometerán los últimos trabajos que permitirán evitar esos encharcamientos.