Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un informe de la Valedora do Pobo alerta de las deficiencias de accesibilidad en la ciudad

Utiliza estudios de Cogami, la ONCE o colectivos de sordos, que denuncian anomalías en los hospitales y centros de salud o transporte -También se quejan de la proliferación de terrazas

Amizade denuncia el "ocio vedado" | El grupo informal de "Mulleres con capacidades e máis", formado por socios de Amizade, puso de manifiesto el pasado fin de semana las dificultades de usuarios de sillas de ruedas para acceder a locales de ocio. Con un recorrido por diversos establecimientos, comprobaron que en muchos casos es necesario utilizar rampas portátiles, que llevaban los propios afectados, por lo que reclaman accesibilidad en esos recintos. Escalones y otras barreras dificultan el acceso, si bien en varios de los bares recorridos se encontraron con que los baños están adaptados.

Pontevedra presume desde hace años de ser una ciudad que aboga por la accesibilidad universal y la eliminación de barreras arquitectónicas. Si bien se ha avanzado de forma notable en los últimos años en este apartado, lo cierto es que aún queda mucho por hacer, en especial en el ámbito privado (comercios y restaurantes) y en algunas administraciones, pero también en las propias calles.

Así se pone de manifiesto en un informe sobre la accesibilidad en Galicia que acaba de elaborar la Valedora do Pobo, sobre la base de varios estudios de entidades de personas con algún tipo de discapacidad. Colectivos como la ONCE, Cogami, Fademga-Plena Inclusión y la Federación de Asociacións de Persoas Xordas de Galicia realizaron comprobaciones y análisis en todas las ciudades gallegas y detallas las múltiples deficiencias detectadas.

No se libra casi nadie. Los informes hacen referencia a numerosos comercios, restaurantes y otros negocios privados, con problemas de accesos por contar con escalones o desniveles, pero la mayor parte de las quejas inciden en las dificultades de los invidentes para disponer de información en las estaciones de trenes o autobuses, de los sordos para saber cómo hacer en un hospital o centro de salud o de los usuarios de sillas de ruedas para transitar por áreas donde proliferan las terrazas de los bares, por ejemplo.

Uno de los problemas más extendidos es el de la oficina de Correos de la esquina con Oliva con García Camba. Al respecto, se subraya que el edificio "no es accesible, con más de diez escalones" y la única manera de acceder para una persona con movilidad reducida es "un acceso lateral que no está señalizado".

También se subraya que en el hospital Montecelo "no hay plazas de aparcamiento suficientes para personas con movilidad reducida" y "la zona de túnel que da acceso a la entrada principal y que es la única donde no llueve para poder bajar si hay mal tiempo o se quieren evitar las rampas muy difíciles por la calle, solamente cuenta con un par de plazas reservadas que están ocupadas la mayoría de las veces ya por personal del centro".

En materia sanitaria también hay quejas en los centros de salud, donde los sordos advierten de que "necesitan poder acceder a los servicios con información completa". Al respecto, dicen que al acudir a un servicio de este tipo "se encuentra desinformado debido a la falta de adaptaciones" y piden que "se informe de su turno mediante una pantalla o panel, que no ocurre porque solo se visa mediante la vía acústica, lo que puede provocar la pérdida de su cita médica".

En materia educativa, el informe de la Valedora incide en la "falta de concienciación" en algún centro y el "retraso en la incorporación de los intérpretes de lengua de signos" en otros. Tampoco se libra la oficina de turismo, al "no existir videointerpretación", ni la Agencia Tributaria o las oficinas de la Seguridad Social.

El sistema de transporte tampoco es el ideal. Por un lado se denuncia que en la línea Pontevedra-Marín es necesario que los usuarios de sillas de ruedas "envíen un correo con dos días de antelación, con la información, datos y horas de viaje" a la empresa concesionaria.

Compartir el artículo

stats