El juzgado de instrucción número 3 de Pontevedra, especializado en violencia de género, ha vuelto a archivar de forma provisional la investigación abierta en torno a la desaparición de Sonia Iglesias Eirín, el 18 de agosto de 2010, tal y como confirmó ayer el abogado de Julio Araújo, Jesús Santaló.

Este nuevo archivo provisional, el segundo de la causa, fue comunicado ayer jueves a las partes en un auto muy genérico en el que se señala que de las últimas diligencias prácticadas en torno a este caso no se arrojan resultados que permitan mantener abierta la causa judicialmente. Cabe recordar que el caso fue reactivado por el propio juzgado en 2017 al abrirse una nueva línea de investigación judicial. La causa se reabrió declarada secreta, por lo que no se tuvo conocimiento de estas nuevas actuaciones ni de las diligencias practicadas hasta que en febrero de este año una treintena de agentes de unidades especializadas de la Policía Nacional y un laboratorio móvil realizaron un exhaustivo registro en una vivienda de San Mauro perteneciente a la familia de Julio Araújo, pareja de Sonia en el momento de su desaparición. Aquellas diligencias de investigación también llevaron registrar un vehículo vinculado a una entonces pareja del hermano de Julio, David Araújo.

El contenido del auto hace indicar que el objetivo de aquel importante dispositivo era encontrar algún tipo de vestigio o resto biológico que pudiera determinar si Sonia fue trasladada a aquella vivienda tras su desaparición. Al parecer, el documento de archivo de las actuaciones señala que sí bien se logró obtener alguna muestra de ADN en aquel registro, el resultado de estos análisis son unos perfiles indeterminados que no permiten continuar con la investigación judicial, en principio, ni contra ningún sospechoso, ni tampoco se trata de vestigios que permitan señalar el paradero de Sonia Iglesias o que la pontevedresa hubiera estado en la citada vivienda tras su desaparición.

Cabe recordar que tras aquel importante dispositivo, la Policía Nacional citó a declarar como investigados policialmente a las dependencias de la Comisaría a Julio Araújo y a su hermano David, quienes se acogieron a su derecho a no declarar a las preguntas que le formularon los investigadores. Aunque Julio Araújo sí estuvo imputado desde 2012 hasta el primer archivo de la causa en 2015, cuando se levantó la imputación. En esta ocasión, ninguno de los dos hermanos estuvo en ningún momento investigado judicialmente, y la magistrada en esta nueva reapertura del caso no llegó siquiera a citarlos en el juzgado para comparecer o declarar.

Por otra parte, fuentes de la Fiscalía insistieron en señalar en los últimos días que, aunque pudiera producirse un nuevo archivo judicial de las actuaciones de carácter provisional, el llamado caso Sonia se iba a mantener policialmente vivo en todo momento y de hecho confirmaron que en los últimos días se estaban analizando nuevas líneas de investigación.

De hecho, aunque el caso se vuelve a sobreseer provisionalmente, el juzgado mantiene el secreto de las actuaciones sobre las diligencias practicadas en los últimos meses.