Son da Pedra es el nombre elegido por los más de 40 integrantes de la nueva banda de gaitas que nace de una cuna de músicos alimentada desde hace dos años en el local de la asociación Pedra do Lagarto. Andrés Lorenzo aterrizaba allí por aquel entonces en busca de unas instalaciones que le permitiesen impartir clases de diferentes disciplinas musicales.

Y las puertas se le abrieron sin ninguna dificultad. Poco a poco cada vez más alumnos se acercaron y ahora cuenta ya con 70, la mayor parte de ellos con una alta formación musical que les anima a salir a la calle y compartir su pasión musical.

Entusiasmo y vocación se combinan para dar forma a Son da Pedra, un grupo que debutará en público por primera vez hoy sábado dentro de las actividades que tiene programadas la asociación Pedra do Lagarto en el parque Pintor Laxeiro a partir de las 20 horas.

Celebrarán la noche de San Xoán. Pero para ellos será mucho más que una tarde de fiesta y buena música.

Y es que en sus cabezas cobra forma el inicio de una nueva etapa. Durante el verano abandonarán el local de ensayo habitual, que la asociación vecinal cierra por vacaciones, y se trasladarán a la Casa de Cultura de Marcón. Será el inicio de una andadura en solitario, ya que Andrés Lorenzo estudia ya los estatutos que darán cobertura a una entidad propia. Será, sin duda, un salto cualitativo.

Por ello, estos días apuraban los últimos ensayos para que todo esté a punto. Panderetas, tambores, gaitas, acordeones y gaitas sonarán al unísono para dar vida a un repertorio repleto de pasodobles y rumbas, alguna rescatada para rendir homenaje a aquellos músicos que el siglo pasado se vieron forzados a emigrar a Europa, donde mantuvieron vivos los acordes de unas piezas que les vinculan a la tierra que abandonaron.

En su debut no estarán solos, compartirán acordes con el grupo Catro Ventos, dirigio también por Andrés Lorenzo, y que ha publicado un disco recientemente. Músicos de ambas formaciones irán dando rienda suelta a su instinto creativo para conseguir una actuación muy rítmica, apropiada para una noche mágica elegida para un primer debut público.

Una batería, un teclado, acordeones y guitarras completarán el elenco musical para garantizar que nada salga más en este peculiar estreno, al aire libre.

En el proyecto están involucrados músicos con una amplia trayectoria, como Manuel Soto, integrante de Ardentía o Pablo Rodríguez, acordeonista de Airiños da Fracha.

Son da Pedra nace para crear escuela. Andrés Lorenzo lo tiene muy claro. Con músicos con un alto nivel para formar parte de una banda, el objetivo para ellos es ahora conseguir acercar la formación musical a un mayor número de personas, de todas las edades.

Encontrar un local que reúna las condiciones adecuadas es el primer reto a superar de cara a septiembre. Y retomar las clases. A las de pandereta, trompeta, gaita y baile regional se le fueron sumando ya las de acordeón y guitarra. "En Centro Leste estuvimos muy a gusto hasta ahora, pero el nivel de alumnos que ya hemos alcanzado y las malas condiciones de insonorización que tienen las instalaciones están derivando en alguna queja vecinal", explica Andrés Lorenzo. Quieren ponerle solución, y además saben que disponer de un espacio adecuado será clave para ese esperado crecimiento.