La nueva Ley de espectáculos públicos y actividades recreativas de Galicia, que entrará en vigor a principios de julio, lleva al Concello a negociar con los locales y agentes que organizan conciertos y otras actividades en la ciudad la fórmula para aplicar esta normativa "sin mermar" el número de ofertas, según explicó ayer la concejala de Promoción da Cidade. Anabel Gulías dijo que la ley, que no afecta a la programación de las fiestas, ya que estas quedan excluidas de esta normativa, sí "muestra ciertos problemas que tienen que ser enfrentados y corregidos pues implican unas exigencias imposibles de cumplir por los pequeños locales, escenarios y agentes organizadores de conciertos y actividades lúdicas y culturales" como estudios de impacto acústico, plan de evacuación, plan de seguridad o seguros elevados.

Esas exigencias quedarían aminoradas si el Concello figura como colaboración u organizador de esos eventos, de ahí que se baraje crear una "marca" municipal que ampare esas celebraciones, tanto en la calle como en espacios cerrados, y facilite su organización por parte de entidades privadas.

"Es una ley hecha de espaldas al sector al que va dirigida y no tiene en cuenta la industria creativa y cultural" añade la concejal, que entiende que "no es lo mismo un concierto acústico, un recital poético o una perfomance y por lo tanto no pueden tener un trato igual". Eso sí, la ley deja en manos de los concellos la búsqueda de soluciones, como convenios o programas marco, como ya se hizo en Santiago.

Para alcanzar una solución el gobierno local ha previsto "abrir un turno de reuniones con todos los implicados para conocer sus preocupaciones y para conocer experiencias similares", así como "aprovechar las estructuras creadas en el municipio para apoyar una cultura e industria creativa y musical - el Local de ensayo y Pontevedra ten un Puntazo para organizar charlas especializadas con el fin de analizar y comprender la nueva normativa".

Otra de las iniciativas es "la posibilidad de crear desde el Concello un ciclo propio, una marca propia, con el fin de programar conciertos y actividades bajo el paraguas municipal". En esta línea se trabaja en la realización de un programa piloto donde participen los afectados por esta ley, aunque se subraya "que hay requisitos y cautelas que hay que respetar".