El debate acerca del futuro de la depuradora de Lourizán polarizó totalmente la sesión plenaria del Concello de Pontevedra que el Teatro Principal acogió ayer. Hasta el edificio del casco histórico se desplazaron una veintena de vecinos de Placeres para mostrar su absoluto rechazo a la ampliación de la Estación de Aguas Residuales (EDAR) y apoyar la moción propuesta por Marea, que pedía al resto de grupos políticos un rechazo unánime e inminente al proyecto de la Xunta de Galicia.

El texto defendido por el portavoz de la agrupación, Luis Rei, abogaba por mostrar esta disconformidad total a la ampliación, al tiempo que recalcaba la necesidad de reducir la carga de aguas residuales en Pontevedra. Asimismo, pedía un acuerdo para solicitar a Costas del Estado que no autorice la ampliación en el terreno pedido por la Xunta de Galicia, ya que es un antiguo banco marisquero que se puede recuperar.

A esta moción se adhirió Ciudadanos, que pidió que se incluyese una rebaja de los impuestos del IBI y basuras para los vecinos afectados por "tantos años de injusticia" y que Marea finalmente decidió añadir a su texto original.

Mientras, el BNG y el PSOE presentaron una enmienda de sustitución para acordar no mostrar un rechazo tan frontal hasta conocer el estudio que la Xunta de Galicia prometió hace tres años y que sigue sin ser público. Para la edil Carme Da Silva, "lo prioritario es que el gobierno gallego presente ese plan porque no se sabe nada y para poder actuar hace falta un plan exhaustivo".

En este sentido, la concejala nacionalista denunció que "cuando interesa, la Xunta pide a los concellos que pongan a disposición terrenos para depuradoras, pero si tiene prisa ya se encarga ella de gestionar los terrenos con Costas". "Vende como propuesta de saneamiento un proyecto para beneficiar exclusivamente a Ence", recalcó antes de explicar que "las obras planteadas son incompatibles con el planeamiento urbanístico del Concello".

El popular César Abal explicó que la Xunta "lleva tres años trabajando con los implicados" y criticó que "ahora que la solución está encaminada" haya voces que van "en contra".

Por su parte, el líder socialista, Tino Fernández, defendió la moción al señalar que debe ser el prometido estudio de la Xunta el que diga qué hacer con la separación de aguas de Marín y la EDAR de Poio. Por tanto, también consideraba necesario este plan antes de decidir cómo actuar en Lourizán, una depuradora que calificó como "un asco a día de hoy".

Precisamente sobre los municipios vecinos incidió Rei, que recalcó que a los gobiernos de Marín y Poio "les parece idónea una ampliación del banco de excrementos de Lourizán".

"Nosotros rechazamos frontalmente la ampliación de una depuradora que ya existe. La ría de Pontevedra tiene tres depuradoras. Las de Vigo y Arousa, once cada una. Pontevedra ya cumple su parte, así que basta de agresiones a Lourizán y basta de que los alcaldes de los municipios vecinos intenten irse de rositas", manifestó el líder de Marea, que pidió al resto de partidos un "posicionamiento claro".

Ante esta interpelación, Da Silva reconoció que el BNG "no está de acuerdo con la ampliación y tampoco con que las aguas residuales crucen la ría de un lado a otro por tuberías", pero recordó que la competencia en materia de saneamiento es "única y exclusivamente de la Xunta de Galicia".

Por ello, tanto nacionalistas como socialistas mantuvieron un texto que "se adecúa a la realidad y a las competencias municipales" y lograron la aprobación de su enmienda ante el rechazo del resto de grupos. De este modo, se instará a la Xunta a que haga público el estudio de saneamiento antes de llevar a cabo ningún pronunciamiento definitivo contra la ampliación de la EDAR de Placeres.