Redeira es un proyecto pensado en clave femenina. Da nombre al edificio municipal situado en Santa Clara y que acoge ya las instalaciones del Centro de Información á Muller. Pero es también el término que engloba un concepto en el que trabajarán los departamentos que dirigen Carmen Fouces y Anabel Gulías, que ayer definía esta iniciativa como "a parte práctica dun debate necesario pero moi teórico sobre a igualdade", que permita desarrollar programas que garanticen que las mujeres transiten desde su condición de víctimas a personas de pleno derecho con capacidades para desenvolverse en el mercado laboral.

El primer paso será la remodelación interior y exterior del inmueble, bastante deteriorado. Ayer mismo comenzaban los trabajos de acondicionamiento de la fachada, que cuentan con una partida de 24.000 euros. Y posteriormente se actuará en el interior.

En el primer piso, encima del CIM, se adecuarán las instalaciones para desarrollar una serie de actividades íntegramente feministas, entre ellas una de formación real en derechos laborales.

Un sector precario y muy feminizado será el pionero en esta modalidad formativa, el del trabajo doméstico.

Anabel Gulías, concejala de Promoción Económica, se pone como objetivo que Redeira sea el espacio de referencia al que acudan aquellas mujeres que tengan algún tipo de problema. Y concretamente a las trabajadores domésticas, el Concello quiere darles la formación que necesitan para que sepan cómo y dónde tienen que darse de alta en la Seguridad Social cuando comienzan a trabajar, las ventajas que tiene para ellas hacerlo, etc., ya que reconocen que es un sector con mucha desinformación.

Paralelamente a la formación, Redeira incluye actividades orientadas a la mejora de la autoestima y el empoderamiento de las mujeres, con actividades como las "librerías humanas", experiencias femeninas en diferentes ámbitos contadas en primera persona y que pueden contribuir a mejorar la seguridad en si mismas de muchas mujeres que atraviesan una situación delicada.

"Para chula a miña parrula" es el lema, con lenguaje transgresor, que cobijará este apartado del programa en el que se pretende poner en valor las vivencias compartidas.

En este mismo espacio se desarrollará un banco de tiempo colaborativo, en el que también tendrá cabida un intercambio de destrezas "de igual a igual. Aquí non se vai diferenzar a formación das persoas voluntarias que participen. Cada un aporta o que sabe facer e que pode contribuir a mellorar a calidade de vida de outra persoa", puntualizó Anabel Gulías.

Reforma del CIM

Dentro de este mismo concepto se enmarca la reforma del CIM, que hasta ahora daba cobijo a la cartelería propia de cada campaña. Carmen Fouces explicó que detectaron que los mensajes de estos carteles decorativos causaban un efecto negativo en las mujeres que acudían al Centro de Información, al hacerlas sentir que llegaban a un espacio hostil.

"Decidimos cambiar radicalmente o concepto deste espazo porque o que queremos conseguir é precisamente que se sintan cómodas e sobre todo seguras; que se sintan a salvo".

El CIM seguirá prestando servicios de apoyo psicológico, jurídico y policial pero además incrementará los programas de trabajo con colectivos específicos, con la puesta en marcha de proyectos concretos que serán aprobados por el Consello da Muller y que se desarrollarán con fondos propios.