"No tendría por qué haber reclamaciones porque los informes están muy fundamentados, pero todo el mundo tiene derecho a recurrir". Así se pronunciaba ayer González Carballo. Ni él mismo parece creer que esta adjudicación no acabará en los tribunales, un destino que dan por hecho todos los demás grupos.

Casi desde el principio del proceso, Marea Pontevedra no acude a estas mesas sobre el concurso del agua con el argumento de que defiende su gestión directa, es decir, que el Concello asuma el servicio, sin privatizaciones. Esta postura también la defiende el PSOE, que así participó en las mesas, junto con PP y Ciudadanos. Los tres votaron ayer en contra de la elección de Viaqua, que sí salió adelante con el voto del BNG y todos los técnicos y funcionarios presentes.

Reclamaciones

Ya en anteriores citas, en especial cuando se conoció el primer informe de valoración, elaborado por una empresa ajena al Concello y que contenía errores que después fue necesario corregir, una de las empresa aspirantes había solicitado la paralización del proceso y mostró su disconformidad con ese informe de valoración (también criticado por la oposición) al entender que no puntuaba de forma real su oferta. Ese documento, que suponía el 43% de todos los puntos, ya situaba a Viaqua en primera posición.

Semanas después se analizaron las ofertas económicas (precio, canon y, sobre todo mejoras ofrecidas) y que suponían el 53% de la puntuación total. Hace unos días, por su parte, una de las empresas que finalmente quedó fuera de la selección, solicitó al Concello toda la documentación sobre este asunto. Fuentes de la corporación dan por hecho que esa petición es el origen de un recurso judicial.

En todos los casos, la oposición puso en entredicho los informes y ahora vaticina que el próximo paso se dará en los tribunales.